San Petersburgo - Día 3 - Estallido

... 
Paquito: ¿Recordáis la escena del anuncio?
Ellos: ¡Sí!
Paquito (sosteniendo una taza de café): "For relaxing times, make it SantorI Times"...
 ...
Ella: ¿Sabes lo que va muy bien con tu cena? Un poquito de tarta como postre...
Paquito: "¡No juegues conmigo mujer! ¡Vade Retroooooooo!"
 Una chica de profundos ojos azules me mira y me sonríe... Esos ojos azules donde uno podría perderse para siempre: su amable sonrisa empieza afilarse y, de pronto, me ofrece un trozo de tarta... Sus angelicales ojos y su delicada sonrisa parecen ahora una maléfica sonrisa y, justo cuando estoy a punto de caer en la tentación, veo que vuelve a sonreír de forma angelical y me dice adiós con la mano...

"¡No me jodas! ¡Ahora no!" pienso mientras, para mi desgracia, me doy cuenta de que la tele despertador me acaba de fastidiar un sueño mítico...

Viernes, 3 de Septiembre de 2010 - 6:45 de la mañana en San Petersburgo (4:45 en Madrid), antigua capital del imperio ruso...

San Petersburgo - Día 3 - Estallido

Estoy reventado, así que, siendo el último día, decido darme un respiro y dormirme "un ratito más" (mi formación terminó ayer y, hoy, básicamente, estaré ayudando en la ofi para, después de comer, irme al aeropuerto)...

Pero hoy va a ser uno de esos días donde me acordaré de Michael Douglas cuando protagonizó "Un día de furia"...

De momento, "ese ratito" que me quería dormir se convierte en hora y cuarto, así que, a las 8:00, me vuelvo a despertar sobresaltado...

No me gustan las prisas: madrugo como una bestia parda precisamente para evitar la urgencia: me gusta ir a mi ritmo para llevar a cabo todas mis neuras (en este caso, estando de viaje, como ya te conté en su día, tengo mi proceso para dejar la habitación), así que, después del duchazo, me visto de civil (es viernes y me gusta permitirme ciertos lujos) y enfilo hacia la zona de desayunos con mi maletita con ruedas y con mi paranoia satisfecha (re-revisión de todos los rincones de la habitación para no perder nada)...

Mientras que el día anterior sólo me encontré a un reducido grupo de jubilatas rumiando cereales, esta mañana me encuentro a toda la legión de alabarderos que Josefina se pasó por la piedra mientras Napoleón conquistaba Polonia (porque Josefina, entre nosotros, era un poco "ligera de cascos", pero vamos, que yo no juzgo :-)), esto es, todos los de la convención del día anterior que ocuparon los restaurantes del hotel están desayunando al mismo tiempo, así que, luchando por conseguir una mesita, todo mi último desayuno en silencio mientras el iPhone sigue con Extremoduro (Rusia y Extremoduro mezclan muy bien :-)).

"Necesitaría un taxi" le digo a la chica del Concierge (un servicio para invitados del hotel) al terminar de zampar y pagar la cuenta...

"No hay problema señor: tardará unos 20 minutos" me dice, mientras miro inquieto mi reloj, el cual, traicionándome cual Judas, me dice que son las 9:20 de la mañana y me hace pensar que hoy llegaré a la ofi, como pronto, a las 10:00...

Efectivamente: a las 9:40 aparece un taxi, el cual concuerda con la matrícula, modelo y color que me han puesto en un pequeño Post-It...

Se me ha pasado contar esta cosilla: no sé exactamente porqué (tengo "tres vías de investigación", que diría Acebes en un 12 de Marzo) pero aquí, cuando pides un taxi, te indican, con absoluta precisión, el modelo del taxi, el color y la matrícula... No sé si es...
  1. Porque a lo mejor te pierdes (los taxis no van indicados como en Europa: un coche normal y corriente puede ser un taxi).
  2. Porque a lo mejor otro taxista puede intentar robarte como cliente (y así verifican que tomas el taxi que has pedido y le ahorras problemas al taxista o a la empresa que lo ha pedido para ti).
  3. Por motivos de seguridad (a lo mejor te metes en un coche que dice que es un taxi y lo siguiente es una oreja enviada por correo a tu familia pidiendo pasta: ¿Quién sabe?).
El caso es que el Mercedes Negro con matrícula "300" aparece y, como calculé, en 20 minutos llegamos a la oficina...
Taxita: "Son 500 rublos señor"
Paquito (la carrera normal de este tramo son unos 230 Rublos pero no voy a discutir): Vale... Necesito un recibo.
Taxista (el cual, de pronto, olvida el poquito inglés que hasta ahora hablaba): ¿Cómorrrr?
Paquito: "Reeeee-ciii-booooo... ¡Tiiiii-cket! (haciendo gesto de escribir algo).
Taxista: ¡Huy! ¡No entiendo bien!
Paquito: Necesito un recibo... ¡Ticket Coño! (en español)¡Ticket!
Taxita: Ahhhh... ¡No tengo! Nooooo (mirando cajones en el coche!
Paquito: Necesito un ticket... Es importante.
Taxista (haciendo gestos de buscar en el coche): No... No tengo señor (de pronto vuelve a recuperar el inglés).
Decido pagarle y me da igual el recibo: me ha cobrado el doble de lo que cuesta esta carrera (lo sé porque hice el mismo recorrido el día anterior) y, otra vez, al pagarle, recupera el inglés...

Está lloviendo y me acaban de meter el primer palo del día... "No pasa nada" pienso: "Estoy en Rusia y eso vale más de 500 Rublos" sentencio...

Después de una mañana intentando conectarme a la red de la empresa, mis compañeros de trabajo (en especial las dos chicas que hablan español) me hacen sonreír y me explican cosas mientras les enseño palabras en español...

Les cuento mi filosofía de vida, mis cosas y, cuando estoy haciendo unas cosillas en el ordenador, una de ellas se me acerca y, en silencio, me da el siguiente Post-it (he borrado mi nombre, eso sí :-)):



Me hace gracia el tratamiento formal (los rusos aprenden castellano de forma muy formal), así que, cuando lo leo, suceden tres cosas:
  1. Me hace sonreír.
  2. Me hace levantarme y darle el Post-it a la compañera que lo ha escrito.
  3. Le explico que con la gente joven (porque soy joven, juvenil y ye-yé: ¡Qué conste! :-))))) tiene que utilizar el modo informal.
A la hora de la comida, me llevan a un restaurante vegetariano y, otra vez, el recibo desaparece pero en fin, voy a disfrutar de una fantástica comida en compañía de gente muy interesante, así que, "¡Pero qué coño! ¡A disfrutarlo!" :-))

En la comida hablamos de todo y de todos... Una de las personas que come conmigo me cuenta que, hace muchísimos años, en San Petersburgo, conoció a una chica de Barcelona... "Fue el amor de mi vida" me dice: "Cuando se fue le rogué que se quedara porque la quería con todo mi corazón"... Incluso le escribió una canción: una historia triste, porque ella quería huir de su familia y quedarse en San Petersburgo con él, pero las cosas a veces no son como los cuentos de hadas y, desgraciadamente, en el mundo real las cosas son más crueles de lo que creemos...

"Me rompió el corazón y sufrí muchísimo" me dijo, mientras me recito su nombre en perfecta pronunciación en castellano...

Volvemos a la oficina y sigo trabajando hasta que aparece otro compañero de trabajo... El tipo ha estado por España y conoce varias palabras en castellano, pero le interesa que le enseñe palabrotas, así que, como de eso tenemos en abundancia, mi última hora en la oficina la decido a enseñarles tacos y expresiones (allí todo Dios tomando nota como si les fuera la vida en ello: ¡Tremendo! :-)).

Por fin me pongo a hacer fotos del entorno (incluso de un sobre con el logo de "Pony Express", quien sigue operando en Rusia a través de una compañía que ha licenciado la marca)...

Las fotos son las siguientes:




Pero quizás eso no sea lo más curioso...

"Está casada y embarazada: da clases de Idiomas en una Universidad en Barcelona" le digo a mi compañero un ratito más tarde...

¿Qué? Me dice sorprendido... "Ella" le insisto: "Se casó y estaba embarazada hace un par de años... Da clases de idiomas en la Universidad xxx... En esta página aparece en una fotografía con un estudiante estadounidense... Ha sido difícil encontrarla, porque tiene un nombre muy común, pero creo que es ella"...

Abre el e-mail que le he mandado: hay un link a una página web donde una mujer, con una barriguita de unos 4 meses de gestación, posa al lado de un estudiante en un aula...

"Es... ¡Ella!... ¿Cómo...?" me pregunta, mientras, simplemente, le guiño un ojo y sonrío...

Recuerdo que, hasta que me fui estuvo en silencio... Recuerdo que me miró un par de veces incrédulo: aquella mujer había vuelto a su vida y por fin supo de su destino... Quizás fue un regalo envenenado, pero yo lo vi más como un colofón a su historia: "Se acabó: ya sabes qué pasó con ella, así que ahora llámala (le encontré el número de teléfono de la universidad) y dile algo" sentencié...

Al empezar a recoger para irme, uno de los chicos insiste en bajar conmigo para hablar con el taxista:
El: Voy a bajar contigo para hablar con el taxista.
Paquito: ¿Y eso?
El: Para que no intente estafarte... Le voy a decir a dónde vas y cuánto le vas a pagar... Los taxistas aquí a veces son un poco "listos"...
Paquito: ¿No fastidies?
El: Te lo juro por Snoopy... Intentan lo imposible por sacarte pasta y como tu eres extranjero, eres la víctima perfecta... Te lo digo: da igual lo que te diga o lo que haga, sólo págale lo que yo te diga y además me encargaré de que dé recibo.
Paquito: ¿Lo que haga?
El: Sí... A veces se ponen farrucos y te amenazan... Haga lo que haga, no le pagues ni un Rublo más...
Paquito: Hombre... Si me amenaza y se pone violento, le doy hasta los gallumbos...
Ahí el ruso se rió, pero me dijo que no pasaría nada (el tipo, muy majo, tiene sin embargo una pinta de ex-militar yugoslavo que asusta: el típico que te encuentras borracho en un bar y que yo correría como si me fuera la vida lo más lejos de él... Por si acaso :-)).

Efectivamente: al bajar el taxista ya empieza con el mamoneo y mi ex-militar yugoslavo le dice que ojito, que se ha quedado con su cara (y su matrícula) y que como pase algo conmigo, le come el páncreas (el tipo sabe como negociar, está claro :-)).

El atascazo en la ciudad es tremendo y, siendo más pequeña que Moscú, nos tiramos 1 hora y media callejeando y haciendo mil pirulas hasta llegar al aeropuerto, donde, eso sí, el tipo intenta no darme recibo y, como le menciono el nombre de mi compañero, el tipo de pronto recobra la memoria ;-))

Estoy cansado: hace frío, llueve, voy tarde de tiempo en el aeropuerto, me han pegado el palo esta mañana, estoy mal dormido y encima este me intenta, como puntilla, dar el palo otra vez...

¿Qué podría ir peor?

Tan sencillo como salir del taxi y, sin querer, pisar mis preciosos auriculares Creative y romperlos de un tirón...

Estallido...

Unos policías rusos (uniforme gris y negro con las famosas gorras de enorme tamaño) fuman mientras el taxi en el que acabo de llegar lucha por salir (está aparcado entre dos coches que le han dejado 10 centímetros por delante y por detrás) mientras la lluvia y el gris lo cubren todo...

En ese entorno es donde, de pronto, estallo... Y estallo con virulencia, en español, con tal nivel de cabreo que, de pronto, medio terminal me observa...

Esta catarsis tiene un efecto positivo que, al llegar la noche, desembocará en un cambio de actitud que arrastro desde hace 2 semanas (donde ya no perdono ni una: estoy harto)... De momento entro en la Terminal donde, un primer chequeo de seguridad (antes de acceder a los mostradores de facturación) ya hace que la cosa vaya lenta...

Cuando por fin accedo a los mostradores, hay una cola "importante", y ahí, pacientemente, espero a que mi turno llegue...

Me despachan rápido (nunca doy problemas: todo lo contrario) y entonces enfilo hacia inmigración donde, de pronto, se produce un colapso bestial (van lentos como el caballo del malo)...

Delante de mi, un comando de jubilatas noruegos con los mismos anoraks, mismas mochilas y mismo olor (curioso)... Hablo con ellos (porque los jubilatas noruegos hablan inglés: ojito) mientras esperamos que la cola avance...

Pero la cola no avanza y el tiempo corre... Decido por tanto tomar la iniciativa y, como joven-juvenil (insisto: ¡Soy joven! :-)) encabezo una delegación de contacto con KLM para decirles eso del "Oigan, que el avión se va y esto no avanza" aunque la tipa, que va sobrada, me dice que soy un neuras y que todavía queda tiempo...

Ya... Y yo soy "la Lola se va a los Puertos", pero hoy me he disfrazado de español en viaje de negocios...

El tiempo sigue pasando y el comando patuco empieza a preocuparse (ellos llegaron con tiempo de sobra a la terminal y están en la misma situación que yo)... De pronto, la azafata que unos 40 minutos antes decía que yo era un neuras, se da cuenta de que más de 2 tercios del avión seguimos en tierra y que inmigración va "a su ritmo", así que de pronto empiezan las prisas...

De momento, el avión saldrá tarde (como una media hora) y, para más INRI, cuando por fin conseguimos pasar inmigración, no podemos ni siquiera comprar algo en el Duty Free...

- "Oiga Oiga: El Duty Free es un derecho inalienable de los pasajeros" sentencio, mientras los jubilatas se me unen (eso de comprar a Low-Cost une mucho ;-)) y, con la broma, empezamos con el choteo...
Jubilata a mi lado gritando al que está en el mostrador de inmigración: ¡Cómprame un par de botellas de Whisky!
Jubilata en el mostrador: ¿Algo más?
Paquito: ¡A mi mi compañero de casa me ha pedido un cartón de Lucky Strike!
Jubilata tras de mi: "A mi cómprame una botellita de Vodka para la parienta"
Por fin llegamos al finger que lleva al avión y... ¡Otro control de seguridad!

Esto ya es de cachondeo... Pero en fin: otra vez a semi-desnudarse para que te pasen por el escáner la sospechosa colonia con la que planeas amenazar al pasaje:
Paquito: ¡Tengo una botella de Baron Dandy y amenazo con abrirla!
Sobrecargo: ¡Por favor señor! ¡Hay mujeres y niños inocentes!
Paquito: ¡También tengo aftershave "Old Spice"! ¡Esto no es una broma!
Capitán: ¡Por Dios señor! ¡Todos queremos cooperar! ¡No se ponga nervioso!
Entre paranoia y paranoia absurda, por fin accedo al avión y a mi asiento... La cosa ya va de por sí rara, pero todavía me queda algo más raro, porque, justo a mi lado, la entrañable parejita de mediana edad (unos 50 años) me sorprende con la señora leyendo un periódico pornográfico...

No: no estoy hablando de forma figurativa: el periódico está en ruso, pero las imágenes no fallan... Es un periódico porno y la señora se está culturizando delante de mi...

Una vez más, noto esas extrañas parejas que veo en estos viajes: rusa con extranjero (el parece inglés o americano) y, en el area de seguridad, conocí a un turco de mi edad (juvenil, INSISTO :-)) con una rusa también jovencita...

No entro a juzgar (varios de por aquí se han ido por allí a buscar novia: que cada cual piense lo que quiera) pero me llama la atención...

Y así es como llego a Ámsterdam, cansado y cambiado... En la Terminal compro unos auriculares nuevos para el iPhone (unos Sony que están saliendo bien hasta ahora) y tomo un taxi con un muy amable conductor con el que sostengo una amable conversación...

Al llegar a casa y ver que estoy solo, me doy cuenta de que mi compañero de casa, en los días que no he estado, ha metido a peña en la casa, lo cual no me molesta en sí, pero lo que me molesta es que no me lo dijera...

Me meto en la cama mientras sonrío pensando en un pequeño sobre que he dejado en San Petersburgo y que, en una semana desde que escribo esto, llegará a Moscú...

Pero de eso, como de tantas cosas, mejor no te hablo: es uno de esos "McGuffins" que dejo sueltos por ahí y que me hacen sonreír en silencio...

Quizás vuelva a Rusia dentro de 6 meses, o quizás no vuelva nunca: ¿Quién lo sabe? Yo sólo sé que es un país fascinante, con un pasado grandioso, un presente difícil y un futuro incierto, pero también con una gente que te hace sonreír, que te hace pensar y que, siendo tan distintos a alguien como un pequeño español que vive en Holanda, sólo necesito mirarles para entenderlos sin hablar...

Quizás por eso me fascinen: un país cuyo deporte nacional es el ajedrez merece mi respeto...

Pero ahora depende de ti creer o no mi versión de la historia: quizás deberías viajar a Rusia y así comparar lo que te digo... A lo mejor tengo razón o a lo mejor no: en cualquier caso, tu versión será bienvenida :-))

Eso es todo: ¡San Petersburgo prevaleció! :-))

Paquito.

Comentarios

  1. Me lo he pasado pipa leyendo todo casi sin cortes y digo casi por que cuando me encanminaba hacia el final de la segunda historia ha llegado Sarita, me ha pedido mermelada para regalar y he tenido que improvisar las decoraciones de ambos tarritos y una que es mu pero que mu buena madre se ha puesto a dibujar las pegatinas de los envases.
    Hace 15 minutillos he seguido aquí contigo amigo y me he reido un montón y he recordado que me pasa lo mismo que a ti, todo lo raro me ocurre en los aeropuertos.
    Yo ni me planteo viajar a la Rusia, aquella que imagino grande y monumental pero que me da cierto respetillo, como mucho a las playas del Caribe, a NY por eso de comprar moldes pa mis cosas pero poco más nene.
    Y una última cosa, imagínate Paquito, ir a recogerte a mi aeropuerto, el de Palma, las Baleares... ese que dicen es el mayor de Europa, traerte pa mi casa, dejar que te chupen y rechupen, Enzo, Masai, mi gata coqueta y la coneja de Sarita, ponerte la mejor de mis comidas quizá buscando ese paralelismo entre la cocina de tu casa y la mía que también es la tuya, y después mucho después todo el mundo a dormir y yo la de "Las recetas de Sara" con mi ciber amigo Paquito no dormir sino todo lo contrario, hablar y hablar, mucho, muchísimo. Sabes? alguna vez ocurrira, estoy segura de ello. Rubia, tambien es para ti.
    Besos con sonido, muacccc

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  2. te tengo una mision!!! tienes que buscar al hombre de mi vida que se me extravio.....o yo lo perdi??? ja!
    osea, que aparte de tus multiples oficios, la haces de investigador privado? jejej!! molt be!
    le diste una gran alegria (o una gran decepcion) a aquel chico jiji pero de que lo sorprendiste lo sorprendiste. Ahora me pregunto (porque, soy muy preguntona y curiosa jo) que es lo que carga aquel paquetito para moscu???.....(nuevamente me quede con la curiosidad, ni modo)
    muchos saludos desde mi trinchera cibernetica y espero algun dia irme para Rusia y poder tener tmb una apresiacion
    beso

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  3. Estimadas Sara y S.S.

    Mil gracias por vuestras visitas y comentarios: todo un placer el leeros por aquí :-))

    @ Sara: Algún día... Miro vuelos, no te creas, pero sin escalas no hay y, los que hay, a parte del precio, con hasta 7 horas de viaje (con escala en Dios sabrá dónde :-)).

    @ S.S. Pues nada nada: nombre y apellidos... No prometo resultados, pero necesitaré algo de background (hace años encontré al amigo de la universidad de una amiga que estudió en Florida: soy bueno en esas cosas :-))

    Es un paquete que hará sonreír a alguien (y no puedo contar nada más :-))

    Un abrazo enorme y un cordial saludo desde Amsterdam,

    Paquito.

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  4. Gracias Sara. Te tomo la palabra..........Parece que el niño prefiere ir solo :). Un beso

    Saltamontes

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  5. A ver...

    "Por agresiones" (me encanta esa :-)):

    El niño no es que prefiera ir solo: es que a ver, si no bajo ni a Madrid... ¿Cómo lo hacemos? Tu me explicas querida :-))

    Ya me encantaría teneros a las 2 enfrente: ¡Menudo par! ¡Nos íbamos a reír poco! :-))

    Espero que todo vaya bien: un beso y mil gracias por pasarte por aquí :-))

    Paquito.

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