Una historia imposible

Hola,

Hay cosas que uno no puede contar... Y es una pena, porque hay cosas en esta vida que, de verdad, si son algo, son precisamente jugosas...

Por tanto, sin poder contar nada, voy a hacer un ejercicio de "encaje de bolillos" y, sin poder decir el qué, voy a relatarte una pequeña historia que, como siempre, es veraz y donde sus protagonistas, salvo uno (y de refilón) no tienen nombre...

Todo empieza hace unas semanas, en algún rincón que desconozco, en una conversación cuyo contexto escapa a mi comprensión y donde, eso sí, existe alguien que, menos mal, ha sabido comprender aquello del "nosotros" que a veces saco a colación...

No sé cómo empieza esa conversación, como tampoco sé cómo acaba: sólo sé que se hablaron de algunos temas que nada tenían que ver conmigo y que, casi al final, cuando la cosa pasó a un plano más distendido, alguien pronunció la frase mágica:
"Debe de ser que hay que estar loco para..."
---------- Flashback ----------

Verano de 2006: Darmstadt, Alemania...

En el Julio más caluroso de los últimos 100 años en tierras teutonas, un hispano lucha, a base de regalar abanicos a las secretarias de los departamentos de la empresa para la que trabaja, contra las hordas bárbaras al grito de "¡Si no es culpa vuestra haber nacido aquí! ¡Ahora que estoy aquí, tenéis otra oportunidad!"...

Fueron días de Mundial de Fútbol, con un país donde, desde "lo de la última vez" (la forma en la que nos referíamos al nazismo) nunca se habían visto tantas banderas de Alemania juntas...

Fueron también días de descubrimiento cultural: un pequeño español empezaba a adaptarse a los teutones mientras, a su vez, un reducido núcleo de aborígenes empezaban a probar aquellos extraños modos y modismos del bien hallado "hombre del sur"...
"Tengo un macutazo" empezaba diciendo, en uno de esos improvisados cursillos de inducción a nuestra cultura, "Significa que tienes un cotilleo, algo sabroso de la empresa, pero en plan que no se debe saber y lo sabes..." seguía contando.
"Otras posible acepción para el hecho de macutear es Radio Patio" terminaba.

La anécdota se habría quedado allí (como tantas otras) hasta que, una mañana, aquella mujer risueña, de ojos grises y pelo rubio, me dijo con su tímida voz en el idioma de Quevedo:

"Paquito... Tengo... Un... Macutazo"...

El contenido del mismo nunca será desvelado (esa es la parte que los aborígenes me supieron transmitir: el guardar las palabras como tesoros) pero recuerdo que, después de que me fuera revelado, tuve que explicarle los grados del macuto...

"A ver... ¡Céntrate! ¡Un macuto es un chicharillo! ¡Algo chiquitito! ¡En plan Jiji-jajá!... ¡Coño! ¡Qué este es el macutazo del siglo!" le dije...

Cuando a un pueblo, acostumbrado al orden y las reglas, se le ofrece un cierto grado de anarquía y libertinaje, el personal pasa de Málaga a Malagón en menos que canta un gallo y claro, se me desmandan y no hay forma :-)).

Bien es cierto que mi historia de amor con tierras germanas acabó de forma no deseada (y que podríamos resumir en algo así como "¿En qué momento me dio por abrir la boca?" Unido a algo que, tranquilamente, mi padre podría haber dicho para definirlo: "¿Qué habré hecho yo para tener un hijo gilipollas?" :-))

---------- Fin del Flashback ----------

Todo esto pasó por mi cabeza, justo en el tiempo que tardarías en parpadear, cuando aquella persona terminó de pronunciar la frase que coronaba la historia que te estaba contando:
"¿Loco? Creo que tienes que conocer a Paquito"...

Más triste es pensar que, no sé muy bien cómo, aquella persona respondió: "¿Paquito? Sí, le conozco", mucho más teniendo en cuenta que no recuerdo haber hablado con esa persona en mi vida...

Hasta que aquel e-mail surcó el ciberespacio y acabó en mi dirección de correo electrónico...
"Paquito: me llamo Grijandemore y tenemos que hablar"...

Unos días antes, (a propósito del nombre ficticio de esa persona), al solucionarle a un compañero de trabajo su viaje a París (donde, como ya deberíais saber, los que por aquí pasan de vez en cuando, nos llevamos una tabletita de chocolate de regalo), al no conocer su nombre con precisión, le pregunto a mi assistant (literal: no hay invención alguna):
Paquito (literal): "Oye... ¿Cómo va lo de Jirijander-san?
Ella (literal): ¿Jirijander-san?
Paquito: ¡Huy perdón! ¡Es que ya asumo que eres uno "de los nuestros" y te meto morcillas que no conoces! :-))
Ella: Ahhh...
Paquito: ¡Cosas mías! ¡Tu hazme caso a mi! :-))

Con eso de que es italiana y me comprende, acabo asumiendo que es súbdita leal al Rey nuestro señor y claro, le acabo soltando vocablos de Chiquito de la Calzada (lo que viene siendo "venirse arriba" pero en plan Spanglish :-)).

Total, que lo único que sé es que acabé en aquel lugar teniendo una muy agradable conversación y que acabó con un "Bueno... Ya iremos hablando", la excusa perfecta para, un tiempo más tarde, poner enviar un e-mail diciendo por fin, en un contexto más serio del habitual:
"Manolo... ¿Y qué hay de lo mío?"

Esta frase tan nuestra me llevaría de nuevo a tener otra agradable conversación donde, como diría Herrera Carlos, "afueraparte", vería que las cosas llevan a veces tiempo y que, mientras tanto, pues que dejara fluir el agua, en plan anuncio de BMW con Bruce Lee explicándote los principios del Tao ("Be water my friend" :-)).

Claro, que siendo uno como es, más que agua, soy más bien vapor (cuando el agua se calienta... :-)) y, quieras que no, en esa contradicción eterna en la que vivo, no dejo de ser nunca ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario (los gallegos: esa cultura de la empanada, y no precisamente la de carne o bonito, sino más bien la mental :-)).

Y hasta cierto punto es bueno: todo es relativo y eso es fantástico cuando uno quiere darle vueltas a un asunto... Todo es perfectamente revisable y, además, en cada ciclo, puedes encontrar cosas que no habías contemplado en la anterior vez...

Así que, después de tener aquella conversación, lo cierto es que el factor personal entró en juego y, ahí, es donde quizás tienes tu puntito de diferencia: lo que hace que tu nombre, para bien y para mal, sea recordado, dándote esa extra-mille que nos lleva a que, en una conversación que no conoces, cuyo contexto no te ha sido revelado, en algún lugar que escapa a tu conocimiento, alguien sólo dijo "¿Loco? Tienes que conocer a Paquito" y todo se conecta...

Ese es quizás mi consejo: sal de la oscuridad y muestra al mundo quién eres... "El sol está dentro de nosotros" como me dijo una vez un buen jefe: encárgate de que su calor inunde todo aquello que te rodea y encárgate de que lo que está a tu alrededor esté bien...

Pero no seas ingenuo: no todo el mundo merece tu calor, ni tu tiempo, ni tu sonrisa. o tu bondad.. Tienes un poder muy limitado y debes medir cómo y quien utilizarlo.

Aquellos que sientas que no lo merecen, no deberán recibirlo: debes ser firme en tu propósito y en este criterio, pues la no aceptación de esta norma te hará sufrir y estresarte.

Alguien me dijo hace unos años "No puedes caerle bien a todo el mundo", lo cual es, aunque triste, una gran verdad... De igual forma (grábatelo a fuego en la frente), no tienes porqué ser igual con todo el mundo... Tu tiempo es tu gran activo y, una vez termines de ayudar a alguien, si nada más es necesario, sigue adelante y a otra cosa (tu tiempo es limitado, como lo es tu energía y tu capacidad para ejecutar acciones)...

Tu tiempo es tu fortuna y ello no quiere decir que tengas que exprimirlo como un limón, sino al contrario: no hay nada más maravilloso que saber que esas 24 horas que posee el día son tuyas y que tu dispones de ellas (sí, incluso las 8 o más horas que dedicas a trabajar son tuyas: de ti depende dedicarlas en algo que te guste, pues nadie más que tu puede elegir como emplear su energía en las cosas que quiere).

Quizás puedas pensar que todo esto es sólo teórico o, peor, que es una locura que uno escribe y que no piensa o no lleva a cabo. Quizás tengas razón, ¿Quién sabe? Pero recuerda: alguien dijo "loco" y algo genial acabó sucediendo...

"No son molinos Sancho, sino gigantes", le dijo Don Quijote...

Y a mi, Don Quijote, me sigue cayendo muy bien...

Eso es todo: Ámsterdam Prevalece...

Paquito.

Comentarios

  1. Pos yo no entiendo nada y aunque lo he reeleido intentando buscar una conexión con nuestra última conversación...sigo sin entender nada...
    Igual te tengo que mensajear pa quitarme la grandísima curiosidad que me invade, jajajaja
    Estoy contentita, el otro día comentó la rubia en mi blog y la verdad, me hizo mucha ilusión. Que cosas, como la puedo apreciar tanto? pos no lo se...
    Un beso mu grande y por cierto, he colgado unas fotos de hace un par de días, más que nada te pasas... me conoces pelin más y me dices pa donde enfocar mi vida...jajajaja, si en la cocina, si vendiendo pisos...en fin, jajajajaja

    ResponderEliminar
  2. Pos, siguiendo los pasos de Sara, te digo que me ha pasado lo mismo. Cuando te pones en ese plan , ya te he dicho más de una vez que estás insoportable. Lo malo es que , cuando yo lo hago, no me doy cuenta de lo que fastidia hablar en un plano superior y que haya poquíiiisima gente que te siga; Es como Sara: mu' mono el blog, pero tuve que ir mirando con lupa a ver dónde le podía dejar algún comentario. Gracias a los dos por soportarme ( estoy más que inaguantable por unas décimas de fiebre).

    ResponderEliminar
  3. Hola?, vive "arguien" aquí...hola?
    Rubia, er Paquito ta dormio...
    Tas ya wena?
    Ah! otra cosa nene, haz el favor de hablarnos a estas dos más clarito...que sigo sin saber y ya es necesidad, lo entiendes? pos eso.

    ResponderEliminar
  4. No sé si estará dormido o le habrá dado otro ataque de "workaholismo"....¡¡¡ Este niño es la repera!!!; Sigo con la maldita tos a cuestas, apañera, pero seguro que el viernes y sábado se me quita ( sí o sí) pa'l bolo de unos colegas.
    No sé tú , pero me saca de quicio ( y lo sabe porque se lo he dicho) cuando habla , habla y habla sin saber los demás de qué. ¡¡¡ Luego dira :) !!
    Haz caso a las veteranas YA, ENANOOOO

    ResponderEliminar
  5. No se me revelen vuestras mercedes no vaya a ser que tengamos disturbios :-))

    Queridas Sara y Saltamontes:

    Como siempre, mil gracias por vuestras visitas y comentarios: todo un placer el leeros por aquí :-))

    @ Sara: son códigos y cosas mías... Una pena que no pueda hablar de ello (tiene relación con lo que te conté por teléfono :-))

    @ Saltamontes: no hay nada mejor que hacer volar la imaginación para hacerte pensar sobre qué estoy hablando :-))

    Y aquí Sara, que ya debe saber de qué va el tema, es cuando tampoco deberá decir nada :-))

    Ya te contaré Saltamontes: no tengas prisa :-))

    Un beso muy grande para las dos y, como siempre, mil gracias por vuestras visitas y comentarios :-))

    P.D. Workaholic and still lovin' it! :-))

    ResponderEliminar
  6. me han hecho gracia los comentarios de tus amigas, y aunque no se entiende muy bien lo que tratas de decir puedo pillar un poco la cuestion (talvez entiendo exactamente lo contrario de lo que quieres decir jo!...pero bhue...)
    Y la locura en dosis interesantes son las mejores.
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Hola S.S. (me pilláis tod@s en un receso, a punto de salir del curro :-))

    Gracias por tu visita y tu comentario: Sara y Saltamontes son dos gamberras de aupa, pero son muy majas (de verdad que sí :-)).

    Eso es lo más divertido: todo el mundo puede (si quiere) entender lo que quiera :-))

    Estoy de acuerdo contigo: la locura, con mesura, es maravillosa :-))

    Un beso para ti también y, de nuevo, mil gracias por tu visita y tu comentario :-))

    Paquito.

    ResponderEliminar
  8. Me temo que coincido con el resto de los comentarios, no he entendido muy bien esta entrada en sánscrito...

    En cualquier caso y si nos conocerte mucho me preocupa, desde la entrada con la policía se te nota un poco de bajón, no?

    Animo, que llegan las Navidadeds y posiblemente una visitilla a Madrid, no?

    ResponderEliminar
  9. Hola Santiago :-))

    Mil gracias por tu visita y por tu comentario: ¡Leñe! ¡Viniendo de dónde vienes! ¡Tendrías que entenderlo! :-))

    Desafortunadamente no puedo dar detalles, pero era una forma de "soltarlo"... Con el tiempo, aprendes a decir todo sin decir nada y viceversa (aunque esto último tiene una acepción anglófila que me encanta: "Bullshit!" :-)).

    Lamento comunicar a la parroquia que no bajaré en Navidades (este año sólo bajé una vez: a ver si el que viene enmendamos la plana :-)).

    ¿De bajón? No exactamente... ¿Más ácido? Quizás... ¿Más Quijotesco? POR SUPUESTO :-))

    Un abrazote enorme y, de nuevo, mil gracias por tu visita y por tu comentario :-))

    Paquito.

    ResponderEliminar
  10. Ay, que me viene a la cabeza...vale, punto en boca nena...
    La rubia tiene razón, deberias hacerla un poquito más de caso y también a tus coleguis...
    Como es eso de que no vienes a casa por navidad, pues sabes una cosa? que no me gusta un pelo nene, así que haz un esfuerzo...un besote grande...estoy emosioná pensando en como acabará la historia...

    ResponderEliminar
  11. Gracias por la discrección corazón :-))

    Un besote enorme: las navidades aquí son tranquilas, pero se sobrevive...

    Y el año que viene, llegada triunfal asegurada... Echo de menos caminar por la T4, ir al Metro, llegar a mi casa, abrir la puerta, dejar mi maleta y llamar "al otro lado del muro" para tomarme un té con mis vecinos...

    Echo de menos mi vida: esa vida "congelada" que, al llegar allí, se retoma con un "Como íbamos diciendo ayer"...

    Nostalgia: precioso y peligroso sentimiento de pertenencia :-))

    Un abrazote,

    Paquito.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Todo comentario, siempre y cuando sea educado, es bienvenido.

Quizás te pueda interesar...

Tener un coche en Holanda

Es cuestión de organizarse

ChatGPT - Ahora empieza lo bueno

"No hay huevos" - La compra de Twitter por Elon Musk

Para mí Tanya es Ucrania