Karma

Buenas,

Nos acercamos inexorablemente al final del año y, en mi empeño por jugarle a la contra al Karma, un par de cosas han sucedido que, para variar, me han hecho estar triste y alegre al mismo tiempo...

La triste es que mi maravillosa bici Renault ha desaparecido: me la robaron del jardín de la entrada de la casa... Más allá del valor económico, que me da igual, es la sensación que alguien entró en la propiedad para llevársela, cosa que me asusta...

Así que, si alguien ve una bici de montaña Renault Amarilla con guardabarros y un par de mini-LEDs por luces, que sepa que, una vez, fue mía...

Nunca le puse un candado: va en contra mis principios... No me la han robado en el supermercado o en cualquiera de los lugares donde la he dejado, sino que me la han robado en mi casa y, lo más triste, es ver como el personal aquí asume que es "lo normal", diciéndome abiertamente que robe yo otra, "que ésto aquí funciona así"...

Estamos hablando de "honrados padres y madres de familia", "aquí mis amigos", "es que son muy pragmáticos" que dicen los colaboracionistas...

Al escuchar esas palabras ("Roba tu otra: esto funciona aquí así"), tuve uno de esos flashbacks míos que suelen ilustrar mi plácida y tranquila existencia, cual Sofía en "Las Chicas de Oro" rememorando alguna anécdota en su Sicilia natal, en algún momento de mil novecientos treinta tantos...

Una vez viví en un país donde, por poner un ejemplo, en la empresa, la gente pagaba su comida dejando el dinero en un mostrador... No había nadie allí, sólo una bandejita con cambio: tomabas lo que querías comer, pagabas lo que se suponía que tenías que pagar y, si ibas con un billete, pues te calculabas el cambio, dejabas el billete y te llevabas las monedas que fueren de la bandejita...

Por las tardes, la cantina dejaba bocadillos hechos: había también un armario con chuches y un frigorífico con helados... Todo estaba abierto y, en un cajoncito con dinero para que, cuando cogieras algo, dejaras el dinero de su precio y, si lo necesitabas, tomaras el cambio del billete con el que ibas a pagar...

O, como me pasó a mi un par de veces: no llevar dinero encima ese día, cogerte el bocata y, al día siguiente, dejar el dinero que tendría que haber pagado por el bocadillo del día anterior...

De esa gente y de ese país aprendí a vivir con las puertas abiertas y sin candados... Fue bonito descubrir que, efectivamente, mis sospechas eran ciertas y que, efectivamente, existen lugares en el mundo que son así.

Me siento orgulloso y afortunado de haber visto (y vivido) algo así: le da a uno una meta, un objetivo, le pone en perspectiva todo aquello que visualiza y, sobre todo, materializa esas enseñanzas que uno recibe de pequeño, cuando Trikky, el monstruo de las galletas, te dice con Coco y la Rana Gustavo, que eso de hacer amigos y de confiar en los demás mola cantidubi...

Es una pena que no todo el mundo haya tenido la suerte de ver algo así: te enseña como, cuando se crea un clima de confianza, los individuos cooperan y el mundo se convierte en un lugar mejor, un lugar amable, un lugar que uno, fuera de su tierra, puede sentirse en casa...

Da pena pensar que el personal crea todo el mundo es malo ("cree el ladrón...") o pensar que uno (de estos conozco unos cuantos) tiene que desconfiar de todo el mundo, porque todo el mundo es egoísta (insisto:"Cree el ladrón...").

Como iba diciendo, este triste suceso pasó justo después de un largo día de trabajo en la oficina... En domingo: es que a mi me va la marcha, ¿Qué le vamos a hacer? Quizás el karma me estaba indicando que, en lugar de trabajar el domingo, debería de haber estado pedaleando por algún sitio...

El destino es caprichoso: tomas una decisión, un camino y de pronto te empiezan a suceder cosas que, a pesar de los baches, con todo, suelen acabar bien...

Porque esta mañana, al mandar un e-mail a una persona, resulta que mi secreto plan ha llegado a sus oídos ...

Y no le ha disgustado mi secreto plan: al contrario, parece que le va la marcha, cosa que me ha hecho sonreír y, al recibir su e-mail con una confirmación tipo "Vaya vaya vaya... ¡Mira de lo que me acabo de enterar!" mi respuesta ha sido un sencillo:

;-))

El Karma: "Lo que das, es lo que recibes"... Va a ser que al final nuestro amigo Earl tiene razón y que, quizás, en cierto sentido, yo sea como él, salvo que me falta un Randy cerca (y el que cualifica para el puesto, en realidad, lo tengo extraviado en el centro de la península, haciendo deconstrucciones de tortilla y esferas de caramelo con no sé qué... Y que luego me venga con que los productos de Apple son para pijos: ¡Vamos no me jodas! :-))

Como dijo aquel: "Corramos un estúpido velo"... En otro orden de cosas, he perdido 7.5 kilos y, justo antes de finalizar el 2010, podré así apuntar otro tanto en esa "Lista de cosas que quiero hacer en 2010" y que, aunque parezca que no, ya va llegando a su fin...

Me tocará hacer balance en los próximos días: ha sido un año de transición, donde ciertas cosas se han afianzado y donde, más que nunca, me he dado cuenta de que mis valores no sólo no son incorrectos, sino que, para mi preocupación, tienen sentido (y el personal puede atestiguar que no me gusta tener razón, por el simple motivo de que soy "un optimista bien informado").

Eso es todo: ¡Amsterdam prevalece! :-))

Paquito.

Comentarios

  1. Miralo desde otro punto de vista, tenemos suerte de no tener que vivir preocupados por los secuestros express, etc. Ayer hablaba con un compañero de este tema y lo mal que estaban países como Mexico o Brasil. Una pena vivir en un estado policial.

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  2. Hola Santiago,

    Como siempre, mil gracias por tu visita y por tu comentario, todo un verdadero placer el leerte por aquí :-))

    Exacto: las cosas son relativas... Lo de la bici me da igual (es sólo un objeto), pero lo que me da mal rollo es lo de que alguien entrara en el jardín de la entrada...

    Eso es lo que me preocupa :-))

    Un abrazo muy grande y, de nuevo, mil gracias por tu visita y por tu comentario.

    Paquito.

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  3. Yo tuve una mala sensación cuando nos robaron en el despacho los portátiles. Me sentía segura antes de eso, pero desde entonces me he vuelto desconfiada ( todo cerrado a cal y canto ) pero , imagino que si tiene que volver a pasar, sucederá. Al menos estás bien , y eso es lo que me importa. ¿Quieres hablar en private? Besazos y cuídate

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  4. Hola,

    tal vez sea que no han evolucionado mucho, aunque ya no sé si eso es bueno o es malo. 1978, Amsterdam, la guía explica: " 800.000 habitantes, 500.000 bicicletas, 80.000 robos de bicicletas al año. Cada año hay cadenas más gordas y tenazas más grandes para cortar las cadenas. Te roban la bici, te cabreas (sic) bajas por la noche y robas otra." Parece que ya era así entonces. De todas maneras para mí fue como un mazazo; preferencia a la bicicleta, autopistas iluminadas y sin peaje, las chicas en el escaparate y nadie se mete con ellas. La civilización perfecta pero no. En todas partes cuecen habas.

    Ánimo y que acabes bien el año.

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  5. Estimados Saltamontes y Julian,

    Como siempre, todo un placer el leeros por aquí: mil gracias por vuestras visitas y comentarios :-))

    @ Saltamontes: me imagino que sería una experiencia desagradable... Quizás eso es lo malo: cerrar todo a cal y a canto porque, una vez, algo así sucedió... Lo comprendo, pero, es mi filosofía, prefiero seguir siendo un tontuelo (cuando las cosas deban suceder, sucederán)...

    @ Julian: son los "claroscuros" de este país... Hay cosas buenas y malas y, esta en particular, más allá de la anécdota, me alucina (un delicuente entiendo que delinca: de un honrado padre de familia, en cambio, no espero según qué respuestas)...

    En todas partes cuecen habas, por supuesto (no me gusta escribir lugares comunes :-)).

    Un abrazo para los dos y, de nuevo, mil gracias por vuestras visitas y comentarios :-))

    Paquito.

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  6. nuevamente yo leyendote (sera un karma? je ;) )
    Pero creo indiscutiblemente en que lo que das recibes y lo que te arranchan cruelmente regresa a ti como por arte de magia muchas veces no nos damos cuenta, pero pasa.
    Este año para mi a sido bastante raro, karamtico o simplemente una susecion de hechos que yo misma he forjado para que sucedan (creo que trabajamos para que sucedan las cosas sean buenas o malas todo lo que trabajas porfin se realiza inconciente o concientemente) Y cuando por ejemplo me sucedio que me robaron en la puerta de mi casa con revolver y todo (fueron dos y uno de ellos le dijo al otro "ha esta ya metele un plomazo" (porque "valiente" yo me puse a gritar, claro mis gritos se aplacaron en segundos por silencio eterno hasta que llegaron las sirena) luego pense tmb en el karma y el porque me suceden cosas desagradables y espero que este año sea una limpia de cosas negativas que he estado pensando para que el que viene solo este lleno de cosas positivas bien merecidas.
    Espero que el 2011 te venga de maravilla tmb y no me dejes de sorprender con tus textos que si es cuestionde karma pues me haces pensar, reir y seguir leyendote.
    Un beso y cuidate

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  7. Hola S.S.

    Mil gracias por tu visita y por tu comentario: todo un placer como siempre el leerte :-))

    Obviamente tu experiencia es como 2.000 veces peor que la mía: una cosa es la tristeza que te pueda suponer que te roben un objeto y, por supuesto, otra es una situación donde hasta tu vida peligre...

    Afortunadamente no te sucedió nada: cuando uno escucha cosas así, se produce ese incómodo silencio dentro de uno mismo que no gusta a nadie... Quizás es empatía, no lo sé, pero es una de esas sensaciones que sabes que no te gustan...

    2011 será otro año interesante: ¡Fijo que sí! :-))

    Mil gracias una vez más por tu visita y por tu comentario: te deseo una muy Feliz Navidad y un 2011 lleno de cosas buenas :-))

    Paquito.

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