Todo ha cambiado...
Buenas, Al ir caminando esta mañana hacia el trabajo, fui recogido por una amable compañera holandesa en su coche... No es la primera vez: muchos de mis compañeros saben que me gusta caminar y me ven, todas las mañanas, haciendo esos kilómetros de diferencia entre el punto de origen desde donde se mide mi vida aquí y donde empieza esa otra parte de la que uno, sabio a veces, inconsciente las que más, procura mantener en silencio... Pero dado que la buena mujer no sabía de mis sanas costumbres y dado el tiempo cambiante que me ofrecía el segundo día de verano (sí amiguitos: verano y lloviendo, como mandan los cánones que nos prometieron en Maastricht al unirnos a la Comunidad Económica Europea), acepté la invitación saltando al coche, dando las gracias de rigor y, de paso, hablando sobre cualquier cosa... - ¿Caminas? Me preguntó curiosa... ¿No tienes bici? Ahí es donde le conté mi historia... Mi preciosa bicicleta Peugeot, una bici "que te pasas" fue roba...