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Mostrando entradas de agosto, 2012

No... Pero

Buenas, Son cosas que suceden y que, en cierta medida, uno debe aceptar como posible resultado... Lo supe cuando me reconfirmaron lo que, en un principio, se había cancelado: querían quitárselo de en medio, así que mejor adelantarlo, terminar con la historia lo antes posible y la vida sigue... Lo peor es cuando ves que todas las piezas del puzzle cuadran unos 35 minutos antes de que "la cosa" comience: como eres un neurótico sin remedio, te has ido con tiempo suficiente por si el tren falla (porque, lo creamos o no, los trenes fallan, y si no que se lo digan a Alfonso o a Pelocha, entre muchos otros :-)). Te das cuenta en el tren, mientras revisas tus notas... Es un destello de razón y sentido de común: no lo has sabido ver justo hasta ese momento... Las dos chicas que tienes enfrente ríen despreocupadas mientras un grupo de señores mayores les indican que, a nuestra derecha, pueden ver el Ámsterdam Arena... Como hablan el idioma de Rembrandt, explican que v

Obteniendo el Burger Service Nummer BSN / SOFI Number

Buenas, Las estadísticas no fallan: una parte destacable del tráfico que viene al blog entra a través de Google, el cuál, a su vez, refiere a lectores cuando buscan información sobre el famoso " BSN Nummer " o, como antiguamente se conocía coloquialmente (Spanglish rules), el " SOFI number ". En su día escribí un artículo sobre el asunto : por aquello de poner un poquito de claridad y hacer un poco de servicio público a aquellos que lo buscan, me dedico hoy a escribir sobre el asunto, intentando aclarar y compilar la información que existe actualmente para aquellos que buscan dichas referencias. AVISO:  no pretendo ser (ni soy) tan preciso como lo serán las autoridades holandesas. Las leyes cambian, como cambian los requisitos y trámites para obtener el SOFI.  Este post sólo quiere orientar un poco al lector que esté buscando información sobre el antiguo número SOFI (actualmente conocido como BSN). Si tienes dudas, si yo fuera tu me referiría a las em

El nuevo descenso al Infierno

Hola, Como te habrás dado cuenta, este año se han producido un par de silencios de varias semanas por estos lares: mil disculpas en primer lugar, por la tardanza y por faltar a mi palabra de escribir de forma regular. Nota al margen: me he puesto al día rescatando del Dropbox casi media docena de posts que nunca llegué a publicar y, revisando en el cajón de los olvidos de Blogger, he encontrado casi cuarenta entradas que nunca se llegaron a publicar por diversos motivos :-)) El título de hoy describe "con más detalle", lo que me sucedió hace unos meses : un tiempo de silencio y retiro, con médicos de por medio, para centrar mi cabeza y, de paso, intentar pensar un poco en todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Lo describo como “el nuevo descenso al Infierno” porque, en cierto sentido, hay cosas que, en la vida, parecen volver a repetirse o, por lo menos, a tener semejanzas y parecidos razonables. La primera vez que uno baja al Infierno es aterrador:

Sobre modos y formas

Buenas, Sé que últimamente no sueno demasiado alegre: las cosas no son a veces como uno desea y, aunque no sirva como excusa, sí valga como gesto de que, en primer lugar, toda solución comienza sobre el reconocimiento del problema. Dicho lo cual... Hoy me gustaría hablar de algo que proviene, a su vez, de otra persona: hace un tiempo una bloguera española que vive en Holanda (“ Pelocha ”, en honor a su precioso animal de compañía) terminaba uno de sus posts diciendo que (cito): “Creo que me estoy convirtiendo en un monstruo insensible.” El resto del artículo (para entender el contexto de esa afirmación) es accesible haciendo clic aquí aunque, si me permites la recomendación, te diría que te suscribas y que sigas sus aventuras (la verdad es un cúmulo de opiniones dispares: duda de todo aquello que yo te cuente, salvo que escuches lo mismo en diez personas distintas que no se conocen entre si... Entonces, “probablemente”, la cosa sí podrá tener tintes de realidad :-))

Singularidad y Calvinismo

Buenas, Me sucedió hace una semana y, con permiso del protagonista, decidí interrumpir su jornada durante unos minutos y charlar sobre el asunto. Todo empieza cuando, sobre las nueve y media de la mañana, una persona que trabaja conmigo me comenta que uno de sus compañeros ha sido nombrado mejor trabajador del trimestre en su area... Lo primero que alcanzo a decir es "¡Wow! ¡Enhorabuena por él!" pero, según termino de decir esto, esta persona me objeta: - Es algo que en su cultura es normal... A mí este tipo de cosas, en cambio, no me gustan... Ahí me quedé pensativo... Sabía a dónde iba a parar la conversación, así que, con la seguridad que le ofrece saber cuáles son las cartas del otro jugador, me dispuse a zigzaguear alrededor de la presa, como la serpiente que arrincona al ratón, disfrutando de su acción y de su destreza... Paquito: ¿Por qué? - empecé preguntando con cara de no haber roto un plato en la vida. Compañero de trabajo: Porque singular