Lo que sé de ti

Buenas:

Desde Julio del año pasado, entre que no le estaba prestando mucha atención al blog y que, salvo que algo fuera realmente importante, literalmente mandaba lo que fuera al carajo, el señor Google ha estado periódicamente recordándome que la antigua versión de Google Analytics se había quedado desfasada y que tocaba pasarse a la nueva versión del asunto.

Esto, que de por sí no deja de ser una labor técnica y recurrente de cualquier sistema, se me hizo en su momento un poco de bola y, con eso de que no le estaba prestando atención a la bitácora, decidí ignorarlo porque, al final, tampoco es que este pobre diario digital sea precisamente la Wikipedia (no nos vamos a llevar a engaño a estas alturas del partido, ¿Verdad? :-)).

Pero, como todo cambio se basa en acción, en los últimos tiempos, entre pitos y flautas, una serie de cosas han ido variando y, con ellas, una pequeña lista de tareas mental que, poco a poco, va tachando ítems, indicando que, poco a poco, ese cambio sucede.

¿Al turrón o qué?

Espera, espera: dame un poco de margen... Te voy a dar un poco la tabarra, pero no mucho y, como me estoy inspirando, pues mejor que mejor para cascarme un post :-))

En diciembre, con eso de que no iba a bajar a España, decidí dedicarme todo el mes a cosas del asueto, la salud y la limpieza.

Así por tanto, descansé un montón, continué con mis paseos y mi alimentación propia de influencer cuqui-guay, los señores del punto verde de mi ciudad poco menos que se aprendieron mi nombre y, como soy de culo y mente inquieta, me puse a trastear con el ordenata...

El ordenata, ya lo sabes, es un precioso MacBook Pro que durante la pandemia me ayudó a tener la mente un poco ocupada pero que su primo, el iPad, se había comido la tostada.

Hasta diciembre, momento en el que, con eso de aprender cosas, conseguí alcanzar "a medias", un objetivo que tengo desde hace años, y es trabajar en un editor de texto potente, rápido, ligero y en la terminal, rollo "Edit" en el antiguo MS-DOS o "Nano" en Unix / Linux...

En mi mundo ideal, el editor de texto perfecto es WordPerfect 5.1: fue mi primer editor de documentos, "mi primer amor con la escritura digital", pero de eso hace ya casi 30 años, así que, buscando y buscando, encuentro que un holandés, que desgraciadamente falleció el año pasado, llamado Bram Molenaar, creó en un día un editor llamado VIM y que, bajo la apariencia de ser precisamente eso, esconde una capacidad y una modalidad para crear un entorno de desarrollo de complejidad extrema, de acuerdo a tus necesidades.

Esto, en su día, fue la perfección :-))

Este post, de hecho, se escribe desde ese editor, bajo una distribución (una variación) llamada Neovim, que es una modificación para extenderlo todavía mucho más (hay dos cosas más por encima, pero no voy a entrar en más detalles).

Gracias a esto, empiezo a escribir otra vez: lo que me sigue quedando es encontrar la fórmula para enviar directamente este texto directamente a Blogger desde Neovim (no sé cómo, pero estoy seguro de que habrá alguna opción) pero, hasta que la encuentre, seguiré "copiando y pegando" el texto en el archivo que creo para guardar estas palabras y santas pascuas.

Esto, hoy en día, se va acercando a lo que quiero para escribir :-))

Mi objetivo (aquí el plugin "Goyo" viene de fábula) es tener un método de escritura sin distracciones e incluso llevo una temporada trabajando en crear mi propia distribución de Linux, con sólo los paquetes que necesito para escribir, sin una sola interfaz gráfica, todo en texto, todo al más bajo nivel...

El objetivo final (esto ya es tirarse un triple), sería comprar todos los componentes necesarios para crear un portátil ultra-ligero, con componentes baratos y sin mucha capacidad de cómputo, sólo diseñado para escribir y, como mucho, para mandar e-mails o texto desde la terminal a otro lugar.

¿Por qué te cuento todo esto y qué tiene que ver esta tremenda chapa con el título del post?

Esta noche, después de que el señor Google me volviera a recordar que tengo que mirar a la nueva versión de Google Analytics, decidí hacerlo.

Un ratito más tarde, antes de empezar a escribir esto, la transición se supone que estaba terminada y, como ya estaba metido en harina, me puse a trastear con la aplicación para ver qué datos tenía (al parecer, el cacharrito de las analíticas ya tenía algo de información cargada y, según estoy escribiendo esto, se supone que está importando el historial del antiguo sistema).

Mientras todo eso se hace, te contaré con que las estadísticas dicen sobre nosotros, las personas que, en algún momento, hemos abierto esta página.

Estadísticamente eres español o resides en España: el 40% de los visitantes vienen de ahí, seguidos por los Países Bajos (el 22%), Estados Unidos (7%), Méjico (5%) y China (3%)...

Que gente de China me esté leyendo me alucina, por cierto :-))

De la mayoría de los usuarios no puedo saber su edad, pero de los que la sabemos, la mayoría estamos entre los 25 y los 55, pero curiosamente, entre los 35 y los 44, se produce un desnivel (hay más gente de 25 a 34 y de 45 a 55 que nos lee más que esa franja de edad).

La mayoría de las personas que están leyendo esto ahora usan Google Chrome (más de un 70%) y después Safari con un 22% (lo demás son migajas, incluyendo a alguien que usa Ópera, cosa que me hace tocar mi sombrero imaginario e inclinar mi cabeza :-)).

¡Ah! ¡Por cierto! Estadísticamente me lees desde un teléfono móvil, principalmente Android aunque, en modelos específicos, resulta que el ganador es iPhone, es decir: en el agregado, hay más usuarios de Android que de iPhone pero, el modelo más habitual de teléfono parece ser el teléfono de Apple, las cosas que aprendemos :-))

Afortunada, o desafortunadamente, ya no sé la cantidad de cosas que, hace unos años, podía saber de ti (una de las cosas más divertidas era ver los logs de los proveedores de telefonía que te daban servicio: no sólo ver el país de origen de una visita, pero el nombre de la red de tu proveedor me enseñaba compañías telefónicas o nombre de redes de empresas donde los empleados, en lugar de estar construyendo la próxima Amazon o Netflix, estaban leyendo mis andanzas en los lugares más extraños que uno pudiera esperar :-)).

Así que en esas estamos, ya digo, escribiendo en extraños editores de texto mientras observo el tráfico de este maltrecho blog que resiste a las hordas bárbaras de la modernidad audiovisual que nos gobierna.

Por cierto: parte del trasteo es también buscar un plan B para el blog, porque me huele que un día el señor Google se va a cansar de Blogger y nos va a mandar a todos a hacer puñetas.

Y ese día sí que tendremos que trastear "pero bien": ¿Estás preparad@?

Yo tampoco :-))

Un saludo y nos seguimos hablando,



Paquito

Emilio: sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es

Twitter: @paquito4ever

Comentarios

Quizás te pueda interesar...

Es cuestión de organizarse

Tener un coche en Holanda

ChatGPT - Ahora empieza lo bueno

"No hay huevos" - La compra de Twitter por Elon Musk

Para mí Tanya es Ucrania