Un tipo llamado Dominic Cummings
Buenas: Desde que tengo algo de uso de razón, he sentido fascinación por las figuras históricas que, en un momento determinado de sus vidas, decidieron utilizar su intelecto para fines nefarios. No sé exactamente lo que es: quizás es curiosidad mórbida, quizás es una muy tamizada admiración o, probablemente, el hecho de que los malos que han llegado a conseguir algo relativamente relevante en la vida, todos ellos, de algún modo u otro, han sido personas con un cierto grado de coraje, inconsciencia, inteligencia y, obviamente, un afilado sentido de la maldad que se les llevó a cometer las fechorías que les hicieron trascender en la memoria colectiva. Esta semana, uno de esos personajes, por primera vez en mucho tiempo, ha decidido romper su silencio y, en una proverbial intervención de cerca de 7 horas (con dos pausas de por medio), una de esas mentes a las que uno le gustaría diseccionar para saber qué diablos hay ahí dentro, abrió una particular caja de pandora que, dados los tiempos
Y yo sin tener aún ni idea de para qué sirve un iPod!!! Esto de vivir en el fin del mundo tiene esas cosas...
ResponderEliminarPero voy aprendiendo a alimentar a una corderilla, ole y ole!
Entre tu y yo (ahora que no nos oye nadie): es mucho mejor alimentar a una corderita que tener un iPod (aunque negaré esto ante mis amigos más apasionados por la tecnología).
ResponderEliminarGracias también por la respuesta en el otro post por cierto :-)).
Un cordial saludo para ti y para la corderilla (al final la acabarás amando con todo tu corazón, ya verás ya :-)).
Paquito.
Paquito's World
drool,drool
ResponderEliminarouais: drool, drool :-))))))
ResponderEliminarSalut,
Paquito.