Cuando yo tuve vuestra edad...

Hola :-))

Antes de empezar la serie "Paquito en San Petersburgo: Jefe, ¿Dónde está el muslamen?", por aquello de poner orden a mis pensamientos, tengo que hacer un intermedio en lo que, durante las 3 semanas que distan entre Moscú y la sempiterna "Venecia Glacial" se refieren, ha sucedido en mi vida...

Más allá de la recuperación del cansancio, mis ideas se han aclarado como hacía tiempo que no lo hacían: quienes me conocen lo saben y pueden dar fe de cómo funciono. Durante los últimos 12 meses, en silencio, he estado mejorando mi proceso de toma de decisiones y, a partir de una serie de eventos ocurridos en las últimas 3 semanas (incluyendo San Petersburgo: tiempo al tiempo) han hecho que, por fin, éste sábado, a las 13:00, hiciera mi primer ensayo con resultado satisfactorio...

¿Y de qué va la cosa? Muy sencillo: a partir de ahora, una vez solucionados los problemas de equilibrio en el Karma (ya se sabe: "Lo que das es lo que recibes"), por fin, voy a volver a funcionar a mi rollo, entendiendo como tal que, ya iba siendo hora, es el momento de ejercer mis derechos...

Soy metódico: esa suerte me confiere una ventaja y un inconveniente... Soy analítico, pero tardo tiempo en contemplar todas las opciones para lo que (a mi juicio) es finalmente la elección de la mejor posibilidad.

Desde el sábado pasado, por tanto, estoy tomando decisiones que, finalmente, me están sabiendo a gloria: desde un ultimátum a mi casera por una serie de cosas en mi casa (adoro a mi casera y ella me adora a mi, pero o nos ponemos serios o me voy, así de claro) hasta mi compañero de casa, al cual, el domingo, cuando llegó de su Alemania natal, le senté al solecito y le leí la cartilla (durante mi ausencia la criatura ha metido a gente en casa, incluyendo mi habitación otra que no es nuestra)...

Esto no se queda ahí: desde ese momento "la revolución ha empezado", porque estoy cansado de muchas cosas...

Va a ser que los Rolling Stones tenían razón: "Me quedé por San Petersburgo, cuando vi que era la hora de un cambio" (maravillosa versión de "Guns N' Roses", todo dicho sea de paso :-)).

Desde hace años vivo una vida muy sencilla, apartado de todo (y quizás también de todos) porque, cuando llegan momentos como éstos, necesito ser capaz de tomar según qué decisiones sin miedo. Es mi coste personal para conseguir lo que creo que merezco: ni más, ni menos, así de sencillo...

El miedo nos hace cobardes: bajo esa sensación, los seres humanos tomamos decisiones erróneas y dañinas... Somos el fruto de cientos de generaciones de cobardes: nuestros genes son aquellos de los que no salieron a cazar al mamouth, de los que no viajaron en las carabelas, de los que se escondieron en las trincheras durante las grandes guerras... El miedo forma parte de nuestro ser más íntimo y, quizás por eso, desde hace algunos años, mi pequeña lucha en silencio es, en la medida en la que puedo, evitar que ese pequeño bastardo tenga peso en mi toma de decisiones...

Y aún así lo tiene: debido a mis circunstancias, todavía hoy, para según que cosas, camino con pies de plomo (hay cosas cuyo procesado me están tomando más tiempo del debido, pero es normal, teniendo en cuenta las coincidencias entre pasado y presente)...

Hace 3 semanas, al poquito de llegar de Moscú, me ofrecieron dar un discurso de inauguración del curso en una universidad aquí en Ámsterdam: lo que, a priori, iba a ser algo sencillo, y divertido acabó convirtiéndose en una pequeña pesadilla personal, terminando la presentación a las 9:30 de la noche del día anterior al evento (apenas tuve tiempo para enseñársela a mi compañero de casa y hacer una única vuelta)...

Soy un neuras: las cosas me gusta practicarlas varias veces pero apenas tuve tiempo, así que, cuando preparé hasta 3 planes alternativos para la presentación (diferentes formatos en Office 2003, Office 2007 y una exportación en un auto-ejecutable por si el ordenador no tenía Office), la cosa, en lo formal, al menos estaba lista (tendría que haberla practicado más sin embargo :-))...

Así por tanto, a las 10:30 me presentaron ante una multitud de chicos y chicas de entre 18 y 20 años... Subido a un pequeño estrado, desafortunadamente, no pude moverme como generalmente lo hago, ni contarles las cosas de la forma que me gusta...

Al contrario: tenía que estar hablando desde un pequeño podio con un micrófono en la mano: no fueron las mejores condiciones (a mi me gusta moverme de forma libre, hablar con las manos, utilizar todo mi cuerpo como forma de expresión del mensaje) pero, la simple oportunidad de poder hacerlo valió la pena...

"Debes dejar tu pequeña marca en el mundo" dicen algunos y, pensando en las cosas que, quizás, cuando entré en la Universidad y me fui a vivir a Madrid, habría deseado que alguien me hubiera contado, empecé a hablarles de lo que creo que, en mi opinión, deberían tener en cuenta en los próximos años...

Con todo, decidí hablarles desde el corazón... Les conté mil cosas: les dije que aprendieran, que no estudiaran, que hicieran que sus profesores les odiaran por la cantidad de preguntas que les hagan...

Les dije que el origen de uno es irrelevante, pues lo importante son sus ideas y que, hoy en día, ser español, francés u holandés sirve para más bien poco ("a menos que queráis ganar un mundial de fútbol, jijiji" como les acabé diciendo, mientras un extraño ruidillo de gruñidos invadió por un instante la atmósfera)...

Les confesé que cuando uno es joven, el límite es el cielo y que, en la vida, la toma de decisiones hará que, poco a poco, ese límite empiece a aparecer en el horizonte, de ahí que, si son listos, deben mantener siempre el máximo de puertas posibles y eso, precisamente, se consigue con el conocimiento...

Les conté lo maravilloso que ha sido para mi vivir fuera y les conté algunas anécdotas que he vivido cuando tuve su edad, siendo estudiante, desde los momentos más geniales hasta los más duros (de todo hay) y les pedí que, más allá de visitar lugares, como en la universidad,  que aprendan a preguntarse el porqué las cosas en un lugar son de una determinada forma y no de otra...

Fue divertido: me hizo sonreír y me hizo recordar esos años donde, como hoy, vivía sin casi nada y, donde más que nunca, mi cerebro funcionó a pleno rendimiento, pariendo y aprendiendo conceptos e ideas todo el tiempo...

La presentación (en inglés) es la siguiente:


Para los que nos leen en iPad, está accesible desde aquí:

http://www.slideshare.net/paquito4ever/presentation-somefactsandtips

Cuando yo tenía su edad (entre 18 y 20 años) era más tímido y mucho más inocente... Con los años, aún siendo un gran tímido, he aprendido a disimular un poco el defecto y, con la inocencia, quizás, después de unos años donde me enseñaron que el ser humano era básicamente deleznable (una vida de la que huí sin mirar hacia atrás), poco a poco he vuelto a creer somos esencialmente buenos (hasta que se demuestre lo contrario: una vez contrastada esta última afirmación, conmigo lo llevas crudo).

"Ser inocente, nunca perder la esperanza y resistir como si nos fuera la vida en ello": cuando las cosas vienen mal dadas, son los tres consejos que le suelo dar a la gente, no por nada, sino porque son las 3 cosas que me han ayudado a seguir adelante cuando "los renglones torcidos de Dios" han aparecido en mi camino...

Y quizás, por eso, más que nunca, es el momento para pensar en las que cosas que, cuando fuimos "un poquito más jóvenes" quisimos encontrar en la vida y que, con los años, quizás más sabios y cansados, hemos creído pensar que fueron sólo "sueños de juventud"...

Por eso, si algún día hablas con gente más joven que tu, diles que crean en sus sueños: corrige los errores que nosotros hemos cometido, para que el futuro sea un poquito más brillante...

Porque, como le dije una vez a una persona, con respecto a una serie de actitudes con las que nunca coincidí:

"Si toleras esto, tus hijos serán los siguientes"...

Un abrazo: Ámsterdam prevalece...

Paquito.

Comentarios

  1. Querido amigo, bueno, no se del tiempo que hace que te leo, no lo se pero si se con toda claridad que te has crecido, que las cosas las expresas de una manera mucho más cercana, hay un cambio, claro, que eso lo noto yo y me he ido a lo anterior, tus cosas de antes, y Paquito, este Paquito, el de hace unos meses, 9 ?, quizá 11? es total y pleno, será el mismo, no lo dudo, pero en esencia...Paquito se nos hace mayor...y este, el de ahora me gusta un mucho, muchísimo! Y es que...nene...vales un tonel...

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  2. Hola Sara :-))

    Mil gracias como siempre por tu visita y tu comentario (le debo al gamberro un emilio y se lo mando ahora mismo :-)).

    Exactamente 9 meses... Muchas cosas cambiaron en Enero, cuando, por fin, pude quitarme de en medio "un pequeño problema" (tengo una paciencia digna de Job :-)).

    Paquito se nos hace mayor: ¡Con lo que yo he sido! Supongo que, con la edad, también nos hacemos más sabios, aunque yo pretendo creer que, en realidad, sólo nos hacemos un poco más cínicos, de ahí que, con un poquito de buen humor, se puede extender un poquito esa sensación de "frescor" en nuestro interior...

    Pero vamos: mañana me levanto a las 5, así que tonterías las justas y ¡A dormir! :-))

    Un abrazote enorme: de verdad, mil gracias por tu visita y tu comentario :-))

    Paquito.

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  3. he decidido que algun dia nos tomaremos un cafe por alguna parte de este mundo je! Me he vuelto tu fannnnsss soy una groupie de tu blog jaja
    me encanta leerte porque me haces reir demasido y porque no se, si la casualidad o el azar existan, pero cada vez que te leeo siempre quedo con algo en que pensar....

    ResponderEliminar
  4. Desde Londres hoy :-))

    Hola S.S.

    Mil gracias por tu visita y por tu comentario: todo un placer el leerte por aquí :-))

    Te agradezco los generosos cumplidos pero, en realidad, si me conocieras, te darías cuenta de que alguien muy contradictorio (demasiado para mi gusto), lleno de "Sí pero no" que, constantemente, luchan por tomar una decisión que tarda a veces demasiado en llegar :-))

    Me alegra saber que te hago sonreír, pero, sobre todo, me alegra más saber que, cuando terminas de leer el post, te quedas con algo en que pensar...

    Lo mismo que le dije a aquellos chicos: "Haz que el mundo te odie por la cantidad de preguntas que hagas" :-))

    Un abrazo y, de nuevo, mil gracias por tu visita, tus comentarios y tu amabililidad :-))

    London Rules today :-))

    Paquito.

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