¿Qué haces en Holanda?

Buenas,

Era más o menos la una y media de la tarde... La cantina / cafetería rebosaba oficinistas hambrientos deseando matar el gusanillo de esas largas mañanas que vives o vivirás si vuelves algún día para trabajar por esa tierra que, en la distancia, se ama y, en la cercanía, se detesta...

Madrid... Siempre Madrid...

Allí sentado, después de algunos años (la última vez fue para una entrevista de trabajo), me tocó sumarizar mi vida y milagros para explicar el justo momento en el que, entre ensalada y carne con patatas, me traía hasta el presente personal y profesional que vivo...

Resulta que, durante las próximas semanas, voy a estar viajando por la piel de toro (incluyendo el extremo donde nuestros hermanos portugueses moran en un clamoroso y educado silencio)... Volveremos también por Suiza y, al fin, después de algunos años, volveré a la capital de los irreductibles galos...

Mi vida ha cambiado... Después de un tiempo de cierta calma y zozobra, las velas vuelven a ser mecidas por el viento de poniente, llevándonos hacia otros lugares y desafíos que, en última instancia, son los que me llevaron un día fuera de mi tierra...

Explicar qué haces lejos de tu casa cuando alguien está "de visita" por tu país es complejo: no quieres sacar el cubo de mierda y ponerte a remover todo aquello que sabes que esta ahí con extranjeros, por aquello del sentimiento de Patria y sentido común que cualquiera pueda tener...

Es como dar una vuelta por el centro de Madrid: conozco la ruta perfecta para que veas todo lo más bonito y para que la barbaridades y aberraciones arquitectónicas de la Villa y Corte sean lo menos visible que se pueda.

"A ver..." Te empiezan diciendo... "Tienes el clima, esta gente, esta comida y tu vida aquí... ¿Qué haces en Holanda?"

El razonamiento es esperado y esperable cuando uno, ya digo, no conoce la realidad o el día a día de nuestra querida tierra... Los extranjeros, que generalmente vienen en posiciones profesionales muy altas, sólo ven la parte bonita, donde apenas ven problemas y todo lo que se barre se queda debajo de la alfombra: nos sucede a todos, en mayor o menor medida, aunque algunos quizás somos más conscientes que otros y observamos los detalles...

La mirada entre los dos suizos: el silencio de esos tres alemanes ante tal pregunta o cómo el inglés espera a que la inglesa responda porque el holandés parece no muy convencido en decir "esta boca es mía"...

Con los años, pierdo reflejos y me hago quizás más pasivo ante esas cosas... Mis compañeros dicen que trabajo demasiado rápido y que eso les pone nerviosos: es cierto que la observación detenida ofrece mejores resultados, pero con los años aprendes que es mejor golpear primero lo antes posible, por aquello de que, pase lo que pase, al menos te has llevado una, por aquello de la honra o del honor que, en el mundo de la empresa, vale exactamente lo que un Euro de madera.

Viajo y aprendo cosas todas las semanas: cuantas más preguntas hago, más preguntas tengo pero, al final, me doy cuenta de que la cosa va de personas, así que me dedico cada vez más a esa faceta, esto es, gestionar la personalidad de aquellos que me rodean...

"Confianza"... Mi trabajo consiste en ofrecer confianza: ser transparente en los procesos y ofrecer respuestas lo más claras posibles, siempre y cuando disponga de la información suficiente como para poder hacerlo.

Hay gente más transparente que otra: hay gente que entiende las ventajas de una gestión transparente y los hay que ven la información como un arma y un mecanismo de defensa.

Dato: los primeros suelen ser, sin ningún género de duda, mucho más competentes que los segundos.

Los colegas de mi antigua división en la filial española me recibieron con los brazos abiertos: "¡Vuelve!" me decían, sin duda zalameros para hacerme sentir bien, aunque, ahora que ya no estoy en ese área, puedo explicar un par de cosas que, durante años, dada mi pertenencia al agujero, me resultaban más o menos incómodas de explicar...

Pero ahora no: sin rencor, sin dolor, haciendo un relato claro y basado en hechos demostrables, sólo necesito diez minutos para que sepas qué hacer, si lo quieres hacer :-))

Hace muchos años que decidí abandonar mi país, y las circunstancias que me rodeaban, por dos principales motivos: el primero es que la dinámica de personas en el mundo profesional que viví es francamente deficiente y la segunda es que, el grado de presión es inversamente proporcional al grado de responsabilidad que las personas poseen, caso insólito en cualquier lugar donde al sentido común se le tenga un mínimo de cariño...

Años más tarde, miro a mi país y sigo viendo algunos de esos defectos... ¿Ejemplo ejemplar? Ante un problema, el personal sigue obsesionado con el "quién", en lugar de empezar por el "Qué" "¿Por qué?" y "¿Cómo?" para poder arreglarlo...

Nos encanta crucificar a alguien antes de arreglar lo que sea... "Es cultural" suelo explicar cuando mis compañeros lo observan, y les explico como manejarlo (atenerse a los hechos y dirigir la conversación hacia los siguientes pasos: nosotros no entramos en según qué trapos).

Pero no todo el mundo es así: estos días estoy conociendo en Madrid a personas cuyo talento en la gestión de tareas, personalidades y proyectos es excepcional... Manejar personas es un arte y, ahora que tengo un equipo, me las veo y me las deseo para sacar lo mejor de ellos mientras también pienso en su salud...

Tengo a un chico que, cada vez que viaja, debido al lugar desde donde sale, le supone estar viajando medio día para alcanzar cualquier punto de la geografía europea... Así que intento siempre que sus actividades empiecen el martes, porque así viaja el lunes y los fines de semana puede descansar: de igual forma, también tengo a gente que intenta escaquearse... Ahí, con mucha mano izquierda, aprendes a hacer las preguntas pertinentes que te llevan al "¡Pues va a ser que no!"

Aprender de esas personas y escuchar sus historias: mi trabajo consiste en hacer que la información fluya, que el personal aprenda a confiar en ti y que bajen la guardia, que esto no es un ring ni yo soy Mohamed Alí, por muy rápido que chute e-mails con nombres en rojo y acciones asociadas a los mismos (al principio se amilanan un poco, pero luego te das cuenta de que empiezan a enviar e-mails con los mismos formatos que tu utilizas, lo cual no es sino un reconocimiento tácito de la eficacia del formato).

"Y además,  ¿Para qué?" Suelo preguntar con toda sinceridad... Hay gente que, repito, vive con una presión enorme cosas que, en primera instancia, no deberían crearles semejante grado de tensión...

Ser predecible es la clave en esos casos: que el personal sienta y vea que no mientes, que tus palabras son sinceras y que procuras pensar en el bienestar de todos, de los tuyos y de los suyos, para que todo salga no sólo bien (eficaz), sino de la mejor manera (eficiente).

Pero en fin, se hace tarde... Mañana (que es dentro de un par de horas), a las 3:30 de la mañana, a volver a levantarse, aparcar el coche cerca de la estación de autobuses y a recorrer la terminal con españoles que han venido a pasar el fin de semana (cada semana me encuentro con al menos tres o cuatro buscando la parada del autobús para llegar al aeropuerto y, cada semana, les ayudo para que se sitúen y lleguen a su destino).

Hola de irse a dormir: el primer vuelvo de KLM hacia Madrid los lunes suele ir lleno de pasajeros chinos que hacen escala en Ámsterdam: un vuelo interesante, lleno de gente despistada que no se entera de nada (la última vez un pasajero no apareció y le tuvieron que descargar el equipaje)...

¿Qué hago en Holanda? Ganarme la vida e intentar ser un poquito más sabio... Me lo merezco.

Un abrazo: ¡Ámsterdam prevalece! :-))

Paquito
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Comentarios

  1. Dices que viajas por nuestra piel de toro... ¿no vendrás a Galicia? Avísame, ¿eh? Estás invitado a comer como ser requiere por estas tierras

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    1. Hola Alfonso,

      Como siempre, todo un placer el disfrutar de tu compañía: gracias por tu visita y por tu comentario :-))

      Tengo efectivos desplegados en Vigo pero yo, en este caso, me quedo en Madrid observando los toros desde la barrera :-))

      Le tengo ganas a tu tierra, pero a ella me gustaría llegar caminando desde Nimes ;-))

      Un abrazo enorme,

      Paquito.

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  2. Totalmente de acuerdo con lo de " el grado de presión es inversamente proporcional al grado de responsabilidad que las personas poseen"
    Suerte en tus nuevos retos

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    1. Buenas de nuevo (aquí, respondiendo e-mails y comentarios :-))

      Lo peor es que, llegado un punto, la cosa deja de ser "enteramente profesional" y se convierte en un complicado "juego de tronos garrafón", donde el personal se dedica más a tantear a los demás que a hacer el trabajo por el que se les paga...

      En fin: ¡La vida! :-))

      Un abrazo,

      Paquito.

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