La anécdota de Múnich

Buenas,

"Alguien" (no quiero mirar a nadie) me ha recordado en Facebook una de las anécdotas y momentos más maravillosos que vivo cada vez que, en Alemania, interactúo con alguien.

Imagínenselo: Múnich, Domingo 5 de Abril, 20:00 Horario Central Europeo.

Paquito ha estado dándolo todo bajo un terrible tiempo en la germánica ciudad, visitando incluso un par de castillos en los Alpes, "con lo puesto" (nevando estaba) y con un hambre del copón, a punto de cenar, en una de las cervecerías más conocidas de la ciudad.

¿La escena? El típico restaurante alemán donde la gente comparte mesa y banco... Paquito, esta vez muy bien acompañado, está mirando atentamente la carta, dudoso sobre qué pedir (la cabra tira al monte: si no sé qué pedir y estoy en Austria o Alemania, cae Schnitzel vienés con masivo vaso de cerveza de trigo), hasta que, mi sentido arácnido, detecta a una entrañable parejita en la esquina de la mesa...

Muy grata compañía: No...
Paquito: Sí...

PROCEDURE (música mental aproximando a mis entrañables víctimas):


La parejita acaba de cenar, está haciendo sobremesa y ahí es como, "ávido y rápido como el lobo montañés de la cordillera galaica" (a mí es que Félix Ródriguez de la Fuente siempre me ha gustado) asalto el muro germano, la última frontera...

Puede salir bien... O no...

Pero sólo lo sabré si lo hago.

Paquito en lengua bárbara: Buenas... ¿Habláis inglés?
Parejita en lengua Sharespeariana: ¿Sí? (nótese el tono interrogativo).
Paquito: ¡Genial! (Engage Weapons): Quisiera comer algo típico de Múnich... Si fuerais yo: ¿Qué os pediríais?

Ya los tengo: Escipión (el gran estratega romano) habría estado orgulloso del movimiento envolvente que les acabo de hacer... Ya no tienen escapatoria.

A partir de ahí, casi tres horas de "Show de Paquito," con ella, la germana anglófila que vivió en Londres que no es de la zona y él, un alemán "hecho, derecho y pachorra" nacido, criado y asentado en la capital del Estado Libre de Baviera...
Nota: nada más maravilloso que, de vez en cuando, ver como él miraba el reloj, viendo que la cosa iba para largo y ella, con toda dulzura, sujetando su mano en claro signo de "de aquí no nos vamos: esto es brutal"...
Rememorar el pasado, mi pasado, en una tierra donde tanto vi y tanto aprendí, recordando las cosas buenas, las cosas malas, el pasado, el presente y el futuro de una de las naciones más potentes de este pequeño punto azul pálido de la galaxia...

Pedir el postre típico de Baviera (una suerte de panqueque hinchado con trocitos de manzana asada y azúcar servido en enorme plato con proporcional cantidad), pedirles que por favor coman con nosotros, él ya menos reticente, ella completamente entregada a la causa y mi buena compañía flipando del espectáculo sinigual del que tantas veces le he hablado.

Paquito: son tímidos y respetuosos, pero si te acercas a ellos, si eres amable y divertido, verás que se acercan a ti, que se abren a ti...
Nota: como el chico pidió el postre para nosotros, se lo anotaron por error en su cuenta...¡Y nos quiso invitar! (ni de coña, obviamente: el placer fue mío, además de que lo pedí yo, no ellos... Encantadores, repito).
Después de los tópicos y típicos, decido meter quinta y tocar uno de los episodios más oscuros y lamentables del pasado reciente historia de Alemania...

Paquito: tengo una pregunta...
Fémina teutona: dime...
Paquito: va sobre vuestro pasado...
Fémina teutona: ehhh...
Paquito: un país como el vuestro...
Hombre teutón: ...
Paquito: un país de gente inteligente, cultivada... Un país rico... Hay un episodio de vuestra historia que me gustaría que me explicaráis...
Ellos (mentalmente: lo puedes leer en sus ojos): Hay madre... Ya tardaba "el tema"...
Paquito: he intentado comprenderlo, y comprendo que fue una época con terribles dificultades y tensiones políticas entre varias potencias mundiales...

Vas viendo como el terror aumenta: sus sonrisas se congelan, porque se huelen que voy a hablar de...

Paquito: ¿Me podéis explicar como todo eso puede llevar a una nación como la vuestra a elevar a ídolo de masas a un tipo que...

Voy ralentizando mi discurso: sueno dubitativo, pero es que uno no puede reprimirse según qué cosas, y hay cosas que deseo disfrutar, porque "ese es el show": llevarte, durante un ratito, a lugares donde quizás no hayas estado o, mejor, quizás no hayas visitado en un tiempo...

Paquito: ni siquiera era alemán... Y aquí, en cambio, rozó la gloria que ni en su país de origen...

La pausa escénica: los tengo exactamente donde quiero...

Paquito: David Hasselhoff... ¿Por qué tanto odio?

Tardan en procesarlo tres segundos... Sé como funciona su proceso: han anticipado una respuesta y ahora tienen que deshacer todo lo andado (alemanes: jodidamente estructurados)...

Seguramente ya estaban preparando una respuesta: "Un país de pensadores y poetas", sin duda, pero es que uno viene, con orgullo y sin complejos, del país de Don Francisco de Quevedo, de Góngora, de Lope de Vega...

Ellos: Ehhh...
Paquito: ¿Por qué tanto odio? ¿Por qué amáis tanto al Vigilante de la Playa?

"Culirrotos" es una expresión que viene al pelo en este contexto... Carcajadas a partir de ahí, intercambio de tarjetas y promesas de que, si vuelvo a Múnich, debo contactarles para que me enseñen cosas que no he podido ver en mi breve estancia...

Despedirte de ellos y darles las gracias por su tiempo (se querían ir cuando llegamos y se fueron casi a las once de la noche para casa), caminar hacia la estación de Metro que te llevará a tu hotel mientras tu acompañante, que sigue renegando con la cabeza, intenta comprender qué ha pasado y en qué punto, el preguntar por un plato típico, se convirtió en la guinda de un viaje, con un tiempo terrible, una ciudad fantástica y castillos en Los Alpes, con algunos turistas españoles (también hay anécdotas, pero esas quizás algún otro día) y la convicción de que, en esta vida, no hay nada como sacarnos de nuestra zona de confort y enfrentarnos a aquello que desconocemos...

Eso, es "Showtime"....

Y esto es todo: ¡Múnich prevalece! (a ver si posteo "afotos" :-))


Paquito
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Comentarios

  1. Buenísimo el post! Echaba de menos uno de estos de batallas, ha sido un placer. Y sí, salir de la zona de confort suele valer la pena.
    Sabine

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    Respuestas
    1. Hola Sabine,

      Mil gracias por tu visita y por tu comentario: todo un placer.

      Sí: yo también echaba de menos alguna batallita... Algún día contaré las batallas en los aeropuertos, con Paquito jugando al despiste :-))

      Gracias de nuevo por tu visita y por tu comentario.

      Paquito.

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  2. Hooombreeee cómo vas a dejarles pagarte un postre :p

    Un placer leer batallitas :D

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    Respuestas
    1. Buenas,

      ¿Y te puedes creer que no querían que se lo pagara? ¡A mí con esas a esta edad mía! venga hombre :-))

      Show mítico: de los mejores que he tenido en Alemania :-))

      Gracias de nuevo por pasarte por aquí :-))

      Paquito.

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  3. Siempre pienso que así un jajajaja escrito queda un poco agilipollao

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