La idea
Buenas,
Una mente inquieta suele ser el comienzo de una vida azarosa y atormentada: nada como intentar acaparar conocimiento de casi todas las áreas de la creatividad humana para elevar el grado de frustración del individuo hasta extremos inauditos.
Esta reflexión me lleva hoy a poner, "HTLM sobre negro" (mala broma de carácter friki: no me juzgues), una idea a la que le llevo dando vueltas desde hace algún tiempo.
Prefacio
Partiendo de la base indiscutible de que la parida "cada persona es un mundo" nos hace creer que nadie es como nosotros, nada como conocer mundo y a otras personas para entender que esto no es más que otra falacia que te han hecho creer a cucharadas de publicidad y reeducación consumista.
Nada, ya digo, como fijarnos en las diferencias entre unos y otros para al final encontrar puntos de encuentro: he tenido la oportunidad en mi vida de conocer a personas de diferentes razas, nacionalidades, credos e ideologías para, al remover la capa más visible de su ideario, encontrar a un ser humano con convicciones o miedos producidos por los mismos impulsos.
La cultura y tu entorno te hacen: no eres un copo de nieve único e inimitable... Sólo eres otro ser humano en este planeta, como otros cientos de millones, con tus peculiaridades en tu micro-entorno, pero igual a muchos otros.
La idea
El germen de la idea surge hace unos años, en Madrid, charlando, en una de mis visitas, con uno de mis mejores amigos (alguien a quien quiero como a un hermano, pero procuro no decírselo para que no se venga arriba: nada como decirle que "el software Android es una puñetera chusta: ya le gustaría a Google producir algo como iOS de Apple" para que me haga la grulla a lo Karate Kid, véase ilustración adyacente como ejemplo).
Frinsflins (derecha) escuchando a Paquito (izquierda) hablando de las maravillas de los productos de Apple. |
La proposición era sencilla: siendo dos personas que comparten un montón de gustos e ideas, pero desde diferentes puntos de vista, hablamos de crear un blog conjunto donde, de vez en cuando, podríamos proponer algún tema y hablar desde nuestros diferentes puntos de vista.
Ejemplo ejemplar ilustrado (en la línea de la ilustración anterior):
Esta era la idea, pero al final, para mi vergüenza personal, la cosa se quedó ahí (y es que todos tenemos vidas complicadas).
El caso es que, según ha ido pasando el tiempo, la idea no sólo me sigue pareciendo excelente, sino que, en ese lapso de tiempo, nuevas personas han ido apareciendo en mi vida, todos ellos con diferentes orígenes, experiencias vitales y puntos de vista que, en mi parecer, debidamente confrontados (dentro de la educación y el respeto que todos nos tenemos: el hecho de escribir un blog sin faltas de ortografía suele ser un buen indicador de la persona), podrían crear interesantes resultados.
"Un metablog", damas y caballeros: una fórmula a través de la cual, diferentes personas, con diferentes puntos de vista, orígenes, formas de entender de la vida y estoy incluso pensando con diferentes idiomas, podríamos ser capaces de proponer un tema y, a partir de ahí, cada cual, exponer nuestros puntos de vista sobre el mismo.
"Pero", como uno es retorcido como el amasijo de cables que todo poseedor de un PC de sobremesa puede observar detrás de su torre (no aplicable a orgullosos poseedores de iMacs, ejem ejem :-)), las cosas nunca son tan sencillas dentro de mi malograda cabecita.
Desarrollo
A grandes rasgos, estos son los puntos que conforman mi idea:
1. Un meta-blog con diferentes autores (o directamente enlazar a sus blogs con el contenido: esta parte todavía le estoy dando vueltas, aunque idealmente todo estaría disponible en la misma página).
2. No hay límites en el número o el contenido de los temas, salvo en los asuntos que incluyan a menores ni, desde luego, expresiones o insultos hacia personas o colectivos (no queremos acabar delante de un juez explicando aquello del "Sr. Juez: le juro que aquello sólo era un ejercicio intelectual").
3. Se publica cada x tiempo (a convenir).
4. Se elige un tema y, el proponente del mismo, tiene el privilegio de poner establecer una posición concreta (a favor o en contra).
5. El proponente puede nominar a una (o más personas) para que desafíen su posición.
6. La persona finalmente elegida para actuar de némesis debe, le guste o no, desafiar la posición elegida del proponente, se esté de acuerdo o no.
7. Si se da el caso de que haya más de una persona desafiada, se elige por sorteo o, simplemente, se elige a la persona que creamos que sepa más del tema.
8. El proponente del tema escribirá su contenido en primer lugar y se lo ofrecerá a su contrincante para que la respuesta sea lo más acorde posible a los argumentos ofrecidos en primer lugar.
9. El desafiado, una vez termine su texto, deberá ofrecérselo a su vez al proponente del tema para un último "derecho de réplica" que, a su vez, deberá ser breve (de esta forma, se contra-presta la ventaja que el contrincante ha tenido, al poder leer el primer texto y escribir así con esa ventaja).
10. Ambos (proponente y desafiado) pueden exponer, antes de empezar a elaborar su contenido, si personalmente están de acuerdo o no con la posición que van a sostener (el derecho de "Full Disclosure").
Este último punto es, para mí, el más interesante: la empatía en el mundo se consigue cuando se te fuerza a ponerte en una posición que no es la tuya... Es muy fácil defender algo en lo que uno cree, pero si te toca sostener una posición que no compartes, se te permite, en primer lugar, exponer que tu parecer personal es diferente, por aquello del "full disclosure", para luego así meterte en harina con tranquilidad y sin miedo a las malas interpretaciones.
El punto diez, ya digo, ofrece la posibilidad de, en el caso de tratar temas peliagudos o sensibles, que ambos ponentes sean capaces de decir, en primer lugar, cual es su posición personal, a pesar de que, en el post, vayan a sostener algo que, en su vida, jamás compartirían.
Ejemplo (es sólo un ejemplo, que te veo venir :-))
Tema: Instrumentos de alta cocina - Cocinar bien requiere los mejores instrumentos que el dinero pueda comprar.
Proponente: Paquito: a favor de defender la idea. Posición personal: en contra.
Desafiado: Frisflins: en contra de defender la idea. Posición personal: a favor.
En este caso, tema recurrente en nuestras conversaciones cuando bajo a Madrid, yo sostendría la posición que nuestro amigo "el cocinillas" (dicho con todo el amor del mundo: si tienes la suerte de ir a Madrid y conocerle, prepárate para descubrir lugares donde el prefijo "Este sitio tiene l@s mejores xxx de la ciudad" es recurrente) sostiene contra viento y marea, mientras que, en su caso, el debería defender lo contrario, a pesar de que nuestras posiciones personales sean, quizás, completamente diferentes.
De esta forma, alguien como yo, que no entiende mucho de cocina, se verá obligado a documentarme bien para entender el fascinante mundo de la alta cocina, sus instrumentos y útiles de trabajo, buscando información de por qué "un cuchillo no es un cuchillo" cuando cuesta x cantidad de dinero (los equilibrados del mango, el tipo de filo a usar para cortar correctamente el tipo de ingrediente, etc.) mientras que el desafiado, alguien que sabe un montón del tema, es puesto en una posición cínica, en contra de su propio parecer, donde no sólo vale negar la mayor sino que, al igual que el proponente, si así lo desea, se lo puede currar para buscar fórmulas que justifiquen la posición de discordancia que le ha sido otorgada.
Así por tanto, cuando yo termine de escribir mi texto, se lo ofrezco a mi contrincante quien, además de sus argumentos, puede seguir una línea argumental (si lo desea) a través de las cosas que yo haya expuesto.
Una vez terminado su texto, yo podré ofrecer un último comentario, por cuanto yo he sido el proponente del tema y, además, mi adversario ha tenido la ventaja de poder escribir su texto teniendo el mío delante.
No es algo complejo: sólo me hacen falta personas que estén dispuestas a aceptar el reto (y esto está absolutamente abierto a cualquiera que desee participar: no hay límites, así que puedes invitar a quién desees, cuantos más, mejor).
La idea, además, pretende combatir uno de los problemas más habituales de las personas que escriben: "el síndrome de la página en blanco" que todos, en mayor o menor medida, tenemos de vez en cuando.
¿Y ahora qué?
Se me ocurren varias cosas:
1. Mejora del concepto: estoy seguro de que se te ocurren una o varias formas para mejorar la idea... Si es así, házmelo saber (comentario o por e-mail, aunque los comentarios en el blog tienen la ventaja de ser visibles a los demás y, cuantos más vean las sugerencias, más probabilidad de mejora iterativa, concepto que llevo muy a gala en mi vida).
2. Ofrecimiento: si te ha interesado la idea y te gustaría participar, tres cuartos de lo mismo. Ponte en contacto y nos lo montamos (da igual el cómo: es sólo cuestión de ponerse).
¿Lo hacemos?
Eso es todo: ¡Ámsterdam prevalece! (o no ;-))
Paquito
sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es
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