El Sistema Sanitario Privado
Buenas,
Desafortunadamente, este tema suele ser recurrente por estos lares: no es plato de mi gusto, créeme, mucho más por mis propias convicciones, donde la sanidad se posiciona en el nivel de derecho humano, por cuanto es algo que no deberías negociar jamás.
Cuando digo esto, me encuentro todo tipo de reacciones: hay gente que me dice que el sistema público es malo, te cuentan experiencias desagradables, incluyendo negligencias médicas, como proposición para buscar alternativas al mismo.
Es legítimo, pero injusto (al parecer, según esos postulados, las entidades privadas no cometen errores ni tratan mal a la gente): habiendo vivido en cuatro países, con 4 sistemas sanitarios distintos, creo que puedo hablar con un cierto criterio para establecer una opinión informada, mucho más en lo que considero que no debería ser motivo de debate, mucho más en cosas donde, en algún momento de tu vida, tendrás que utilizar sí o sí, y donde no querrás que según qué parámetros se utilicen en tu contra.
¿A cuento de qué viene esta movida?
Esta peyorata mía viene a cuento del último escándalo del sistema médico por estos lares: al parecer, una entidad privada belga, dando soporte a hospitales holandeses con una serie de tests, utilizaron los datos provistos por los clientes para ofrecerles productos médicos.
La noticia original (en holandés) la tienes aquí:
El procedimiento era fácil: durante un proceso de pre-evaluación, los pacientes, mujeres embarazadas, que iban a utilizar el test de la compañía belga (que tenía por objeto detectar el riesgo de tener niños con síndrome de Down) rellenaban formularios para perfilar un historial médico.
Entre algunas de esas preguntas, estaba si había antecedentes de cáncer en sus familiares, lo cual, según sabemos, fue utilizado por la entidad belga para llamar a los pacientes holandeses e intentar venderles productos (análisis) para ver si ellos también podían tenerlo o ser proclives a dicha enfermedad.
Esto, al menos en Holanda, es absolutamente ilegal y sé qué, en otros países (se me viene a la cabeza Alemania) es todavía muchísimo más severo.
Mi problema
Mi problema es que ésto, en los últimos años, está sucediendo, por hache o por be, al menos una vez al año.
Hemos tenido escándalos de programas de televisión filmando a pacientes en hospitales públicos sin ningún tipo de permiso por parte de los pacientes: los costes médicos del seguro (privado) siguen subiendo, junto con la franquicia (450 Euros al año que, a su vez, está impuesta por ley, o sea que no te la puedes quitar, aunque quisieras pagar más por el seguro).
Mi problema, lo he dicho muchas veces, es que cuando se privatiza algo como la sanidad, dejas de ser un paciente y pasas a convertirte en un cliente, distinción muy importante a la hora de curarte o tratarte, porque, mientras que un paciente está sano o enfermo, los clientes son rentables o no rentables, lo cual supone que, las enfermedades más caras son algo por lo que los sistemas privados harán lo imposible por evitar su coste (bien reduciendo la calidad, bien negándote el tratamiento, bien imputando parte del coste al paciente).
Estas discusiones las tengo a menudo con gente del terruño: te dicen que ellos tienen ahora x seguro médico en España y que les va de fábula.
"Claro", suelo responder: "Es lo que tiene jugar con las cartas marcadas"...
Las cartas marcadas
En España, por ley, existe un seguro médico universal público financiado a través de impuestos: esto permite que, todo ciudadano español que trabaje o dependa de un cotizante a la seguridad social, puede acceder al sistema sanitario.
Esto, al ser un sistema garantista, pone al sistema en una situación de abuso: todos conocemos algún caso de la típica madre coraje que lleva al niño a Urgencias en cuanto el bambino tiene unas décimas de fiebre.
Pero al menos, puedes hacerlo: el sistema está ahí y, como buenamente puede, ejecuta.
Los sistemas privados en España parten de una situación diferente: muchas de las aseguradoras no tienen redes de hospitales propias y, a lo sumo, tienen algún acuerdo con centros médicos privados. Las aseguradoras privadas, a su vez, no disponen "ni de lejos", con los medios de los que dispone el sistema público (vete a la página de General Electric y busca a ver cuánto cuesta una máquina de resonancia magnética), sin contar el coste de mantenimiento y operatividad de quirófanos y demás.
Es decir: los seguros médicos privados "alquilan" los quirófanos y equipamientos del sistema público, sin ningún gasto recurrente (mantenimiento y soporte) de los mismos.
A su vez, todo aquello que pueda ser una "enfermedad jodida", a menos que tengas el seguro súper-dúper plus que te cagas Mariloli, probablemente te lo derivarán al sistema público (como he conocido varios casos).
El Modelo Holandés
Y ese es el problema: que a estos les hicieron, en su día, lo que le están haciendo a tu sistema ahora (si recortas medios, el sistema privado pasa a ser más apetecible, pero no mejor: lo único que ganas es velocidad para cosas de poca importancia)...
Una vez que la población empezó a gruñir del sistema público, la opción privada apareció como el caballo alado, salvador de todos los males: los ciudadanos, muy pragmáticos ellos, dijeron que sí al vestido y, durante los primeros años, todo fue muy bonito (cada uno se pagaba lo suyo y lo de su familia: era hasta competitivo)...
Pero los años pasaron, y los sistemas médicos privados tienen, en primer lugar, una responsabilidad fiduciaria para con sus accionistas (traducción: maximización del beneficio)...
Ahí es donde los precios empezaron a subir, donde las prestaciones se empezaron a recortar y donde las primas, solución del gobierno para intentar contener la subidas, aparecieron en el horizonte hasta el día de hoy, donde la población, de pronto, reconoce que el gasto sanitario le está pasando factura y que no va al médico por, precisamente, evitar dichos costes.
Y recuerda, en un sistema privado, no hay pacientes: hay clientes y el objetivo del sistema es que cuestes lo mínimo posible, de aquí que harán lo imposible para desincentivar su uso (este caso es flagrante, por cuanto impactaba principalmente a enfermos de cáncer), por una parte, mientras se recorta el gasto en ti, a la vez, lo cual tendrá consecuencias sobre la calidad sanitaria.
No me tienes que creer a mí: en sus propias palabras, en el año 2006, fecha de instauración del sistema actual (donde, efectivamente, el Estado tenía que incentivar a las aseguradoras con los clientes más caros):
Nótese que la excusa que dieron para privatizar todo el sistema fue el coste que la gente mayor iba a traer al sistema (lo cual, aunque como excusa puede ser válida para replantearse el sistema, no deja de ser una falacia para instaurar un sistema orientado al beneficio privado).
Así se la metieron doblada y ahora, como has leído, empiezan los desmanes: ya han habido otras alertas sobre compañías médicas vendiendo datos privados de sus pacientes, o como los hospitales, casi en pseudo régimen de monopolio, han empezado a hacer todo tipo de disparidades en precios para tratamientos estándar entre regiones del país, sin contar los incentivos que las compañías de medicamentos pagan a los doctores de cabecera del país para que prescriban sus productos.
Y, por supuesto, hecha la ley, hecha la trampa: siendo un sistema regulado por ley (a pesar de la privatización, el Estado intenta mantener un cierto grado de control) que, entre otras cosas, regula las compensaciones de sus ejecutivos, como toda empresa privada, mientras sus empleados de base poco menos que dan igual, siempre encuentran creativas fórmulas para pagar de más a sus ejecutivos.
O, lo que en su día se estableció como un control para moderar la voracidad del sistema privado (las empresas no podían distribuir dividendos), tranquilo, que ya se encargaron de solucionarlo para que no fuera así.
Así que, ya sabes: negligencias hay en todas partes, pero cuando un sistema está diseñado para maximizar el beneficio que se saque de ti, tienes que tener en cuenta que lo de "se gestiona mejor y se te da mejor servicio" es sólo una falacia (mucho más cuando el Estado financia de forma directa o indirecta).
Recuerda: es la joya de la Corona, un sistema que necesitas sí o sí que cuesta una barbaridad de dinero para que seas un paciente al que hay que curar, sin tener en cuenta el coste.
Porque no quieres que una ecuación diga que eres demasiado mayor para operarte de la cadera, o de cataratas o de Cáncer...
No quieres eso: no lo quieres...
Un abrazo,
Paquito
sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es
Precisamente, hace unos días el médico del ambulatorio me comentó, que una visita al médico público está valorada en 50 E y una a urgencias 150 E. Esto debe ser lo que calculan para los presupuestos.Cuando vas a una consulta privada, te cobran entre 80 y 100 E y muchos no te dan ni factura. Esto se lo comenté a un amigo que trabaja en Hacienda y me dijo que en este país, lo de los 5 mills. de desempleados es un cuento. Hay una economía sumergida calculada en 30 % que no paga I.R.P.F ej: los cientos de miles de asistentes de hogar y muchos otros, pero que acuden a la sanidad pública. Lo he visto en diversos países. Es lo que hay ....Salud2.
ResponderEliminarBuenas,
EliminarGracias por pasarte por aquí: una cosa que se empezó a hacer, hace unos años, era, en algunos hospitales españoles, al final de una operación, enseñarle al paciente la factura, para que el personal empezara a entender el valor de lo que se les acababa de hacer.
Sobre lo demás... En fin: desafortunadamente no es nuevo y el personal sigue callando y participando del fraude...
Buenas noches,
ResponderEliminarEn un sistema sanitario público como el español, un médico es un profesional cuya opinión no viene motivada por la política económica de la empresa o por otro tipo de intereses corporativos como se puede dar en el mundo de la sanidad privada.
Un médico en la sanidad privada tiende a ser más un vendedor que un profesional neutral, siempre intentará llevarte a su terreno, no te cuento si va a comisión según el tratamiento que te aplique. El conflicto de intereses ahí está.
Pero a mí lo que más me horroriza es que mi historial médico acabase en manos de una empresa privada, que es al fin y al cabo el que lo gestiona, y esa información aparte de ser valiosísima a efectos comerciales, puede ser una auténtica bomba si cae en manos inadecuadas, imagínate lo que muchos estarían dispuestos a pagar por tener el historial médico completo del Rey Felipe VI…
Definitivamente, la sanidad privada no me gusta nada en su conjunto.
Antxon.
Hola Antxon,
EliminarGracias por la visita y el comentario. Un placer como siempre.
Efectivamente: eso es lo aterrador (el tráfico de datos)... Lo peor es que no es nuevo (ya ha pasado antes) pero, al parecer, sigue pasando (y de lo que no nos enteramos: es que lo que me jode es la impunidad con la que este tipo de cosas suceden).
Eso sí que me enciende mientras, a su vez, los más brutos de por aquí te lo defienden a capa y espada, mientras les siguen subiendo las primas (la solución que encuentran es cambiar de seguro médico, buscando alternativas más baratas que, obviamente, también tienen menos prestaciones).
Luego pasa algo y llegan los lloros... Alucinante.
Y creedme: tarde o temprano os van a meter mano al sistema... Es demasiado tentador, es un bien necesario del que no puedes prescindir (como la energía, y mira como está el tema eléctrico allí abajo), así que ya sabes que es sólo cuestión de tiempo.
Resistid como podáis: que no os lo quiten.
Comentas que el sistema médico es algo de lo que no te gusta hablar porque, como derecho humano no debería ni ser sujeto a debate.
ResponderEliminarEn este caso, creo que voy a disentir sólo un poquito. Debe estar sujeto a debate porque al debatir se ponen de manifiesto hechos que no salen a flote de forma espontánea. Servidor es partidario de la sanidad pública, por muchos motivos, el mayor de ellos es el de la eficiencia: No cabe duda de que si somos muchos poniendo dinero en el bote y dicho bote se reparte sólo en proveer de cuidados médicos al paciente, la situación será mucho más eficaz que si repartimos en distintos botes que intentan hacer lo mismo además de engordar las cuentas de los inversores. Menos eficiencia por euro y más euros necesarios para que haya negocio.
Yo no sabía cómo discutir los argumentos iniciales de por qué la seguridad privada parece más eficiente al principio, ahora lo sé: Cuando tenemos una seguridad social fuerte, es bastante barato para las aseguradoras alquilar material y ofrecer los mismos servicios con menos tiempo de espera para cosas sencillas.
Así que sí, tiene que estar sujeto a debate constantemente, precisamente porque si estamos armados con los argumentos de la razón actual e histórica, no deberíamos temer el debate. Desde el momento en que das algo por hecho y lo conviertes en una verdad no sujeta a debate, los argumentos que tiene a su alrededor empiezan a caer en el olvido y empieza a convertirse en algo que simplemente "hemos estado haciendo así hasta ahora". En buena parte, por eso gente como Trump tiene discursos atractivos, usan argumentos que usaron generaciones anteriores y que la gran mayoría ya no recuerda como inválidos.
Repito: Antorchas y rastrillos.
Buenas:
EliminarA mí me gusta hablar de todo, pero hay temas de los que no me gustaría leer según qué noticias (como es el caso de este post).
Está bien debatir, pero el problema es que, durante años, se le ha ido metiendo al personal la idea de que todo lo público es malo (culpa de actitudes funcionariales, por un lado, unidos a los temas de corrupción por otra) y eso no sólo es incierto, sino que es falaz.
Si un sistema es ineficiente, se arregla: la sustitución sin ni siquiera intentar meterle mano demuestra aproximaciones materialistas a asuntos donde otros criterios deben regir (como el concepto de utilidad y servicio público).
Si el sistema tiene margen de mejora, pues nos ponemos manos a la obra, pero dinamitarlo y culpabilizar a la organización de poca eficacia, con todos los recortes y burradas que le están haciendo es, efectivamente, de escena de Los Simpsons con los utensilios que mencionas.
Un abrazo y gracias una vez más por las visitas y comentarios.