Aguirre: la cólera de Dios
Buenas,
Hoy la cosa va de batallita histórica, en plan abuelito Cebolleta, así que, prepárate, que vamos a bucear un poquito en el pasado...
Contexto
La historia me fascina... No sólo la Historia de España, sino la historia en general: comprender el pasado, lo que sucedió y por qué, quizás buscando respuestas que se puedan aplicar al presente o para predecir el futuro.
Siempre cuento la anécdota del compañero de uno de mis profesores de Lengua en el Instituto, el cual nos contó como, en su Doctorado, decidió estudiar la evolución del lenguaje y las costumbres del personal.
Para ello, el tipo, decidió hacer algo curioso: estudió las pintadas en los baños públicos de Pompeya con las pintadas de los baños en el Instituto donde estaba haciendo prácticas.
Su conclusión fue genial: casi dos mil años más tarde, seguimos escribiendo casi las mismas gilipolleces.
Historia de España
Más allá de nuestro presente, tuvimos un pasado... Como español, en este caso, pertenezco a un país con una historia bastante singular, atada a un continente, el americano, donde cosas terribles y maravillosas sucedieron hasta conformar lo que hoy, todos aquellos que nos comunicamos en lengua española, compartimos.
Uno de los episodios más fascinantes que conozco es la parte en la que, hace ya unos cuantos siglos, unos españoles en América escucharon la leyenda de un lugar donde, como aquel que dice, hasta los ríos fluían oro.
Hablamos de "La Leyenda de El Dorado", un lugar legendario que, para bien y para mal, llevaría a una serie de señores a emprender una aventura con un cierto grado de épica pero, sobre todo, una enorme locura que acabaría mal como pocas.
Entre aquellos hombres hubo un soldado, un tipo con un cierto grado de cultura pero, sobre todo, con un grado de psicopatía importante (recordemos que, en aquella época, ser soldado en un continente lleno de riquezas por descubrir, resultaba ser una mala combinación).
Se llamaba Lope de Aguirre... Según parece, nació en Oñate, en el País Vasco: un hombre que buscó fortuna en América y, además de la psicopatía que gastaba, era un hombre con un importante problema con la autoridad y la jerarquía militar.
Lopez de Aguirre: Fuerte caballero de los marañones |
Lope de Aguirre se unió a la empresa de descubrir aquel mítico lugar del que escucharon hablar en Perú, "El Dorado", en 1560 junto con su hija Elvira (sí: el señor se llevó a la nena consigo) siguiendo la senda del río Marañón, afluente del Amazonas, que acabaría dando nombre a aquellos hombres (los marañones) que, movidos por la aventura y, sobre todo, por la codicia, se aventurarían en la selva del Amazonas, en la búsqueda de aquel lugar que, como otros mitos, alimentaron la recurrente "Fiebre del Oro" que, en distintos lugares y en distintos momentos de la Historia, han originado las empresas más disparatadas o épicas.
Cerca de 800 personas partieron: menos de la mitad eran españoles (la otra parte fueron, esencialmente, esclavos e indios), capitaneados por Pedro de Ursúa, expedición que, ya desde el principio, empezó a dar signos de que se estaban metiendo en algo que no acabaría bien.
Ursúa, esto se ha documentado, iba acompañado por una mujer, Inés de Atienza, la cual, según parece, mantenía distraído al amigo Pedro, el cual, según las cosas se iban torciendo, junto a lo que se supone que la influencia de dicha mujer ejerció en su juicio, contribuyó a lo que iría sucediendo a lo largo del camino.
Amotinamiento y rebeldía de aquellos que componían la expedición, según la cosa iba avanzando y las condiciones iban siendo más duras, acabaron por dar la combinación perfecta para que un hombre como Lope de Aguirre, violento y con serios problemas de autoridad y jerarquía, acabara dando el zarpazo definitivo a la cadena de mando y asesinando al líder de la misma.
Aguirre era muy bestia, pero no era tonto: decidió nombrar a un chiquillo de la expedición (llamado Fernando de Guzmán) como Gobernador, haciendo llegar al Rey de España y de los Países Bajos, Felipe II, una carta donde explicaban el motivo de la rotura de la cadena de mando y asesinato de la misma.
A partir de ahí, la cosa empieza a acelerarse y deciden declararse libres, nombrando "Príncipe de la libertad de los reinos de Tierra Firme y provincias de Chile y Perú" al pobre Fernando de Guzmán y considerando que, a partir de ese momento, cualesquiera territorios o pueblos que descubrieran, serían para él y no para la Corona de España.
Digo "pobre Fernando de Guzmán" porque, en realidad, Aguirre le puso como hombre de paja (en realidad, era él quien tomaba las decisiones): en el camino, el psicópata protagonista de esta historia, empieza a dar toques de calidad allá por donde va (dato: la Isla Margarita, en Venezuela, sigue teniendo un puerto, "El del Loco", que se llama así por el).
En este sentido, dentro de la locura, existe una constante: le daba igual que fueras esclavo, nombre, cura o escribano, porque si el tipo consideraba que estabas conspirando o cuestionando su autoridad, te pasaba a hierro sin miramientos.
Fernando de Guzmán también acabaría pagando con su vida el dislate y, mientras tanto, eso sí, se dedicó a comunicar sus pensamientos al Rey, el cual, según empezó a ver que el tipo tenía por propósito volver al Perú e iniciar una rebelión en las colonias, manda un ejército para que acabe con semejante dislate.
La cosa acaba como os podéis imaginar: hablábamos al principio de que, en la expedición, además de la querida de Pedro de Ursúa, estaba la hija de Aguirre, ¿Verdad? Bien, pues la cosa llega hasta el punto en que Aguirre asesinó a su propia hija, temeroso de las posibles represalias que sufriría en el caso, más que probable, de que fuera capturado o muerto.
Y efectivamente, acabarían matándolo, descuartizando su cuerpo y llevando partes del mismo a varias de las ciudades de las colonias para pasar el mensaje de qué le podría pasar al siguiente que tuviera la misma idea.
Curiosamente, en la épica de la liberación e independencia de las colonias americanas, Simón Bolívar utilizaría la figura de Aguirre no ya como un loco sanguinario, sino como el ejemplo del primer libertador de los americanos, utilizando su carta al Rey Felipe II como el primer documento como prueba de la primera vez que, en América, a alguien se le ocurrió declarar la independencia de la Corona Española.
Un último detalle: el apodo "Cólera de Dios", se lo auto-otorgó (el amigo no necesitaba abuela), firmando documentos y cartas como "Lope de Aguirre, El Peregrino", "Lope de Aguirre, ira de Dios"o "Lope de Aguirre, príncipe de la libertad".
Un personaje terrible y fascinante que nos demuestra que, como een el caso de Bolívar, cuando nos interesa, podemos hacer héroes a villanos o viceversa, según convenga a nuestros fines: un psicópata con todas las letras que, mientras alegaba que los españoles eran unos bestias (y lo fueron), se dedicó pasar a cuchillo a todo lo que se le puso por delante, en su ambición por reconocimiento y por los fines que le llevaron, en primer lugar, a hacer las Américas.
Algún día deberíamos hablar de Bartolomé de las Casas, el hombre que luchó por los derechos de los indios...
Eso es todo, seguiremos informando.
Paquito
Emilio: sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es
Twitter: @paquito4ever
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCONCLUSION...."los españoles eran unos bestias (y lo fueron)". Lástima que termines este escrito con ese párrafo. Se nota la influencia de la Leyenda Negra con sus múltiples dibujos imaginados con toda intención por holandeses protestantes, describían a " todos los españoles " como poco menos que demonios con patas, colas y cuernos.
EliminarCuando Pieter van der Does atacó y saqueó Canarias, no se comportó como un angelito, que digamos.
Todos tenemos cadáveres escondidos en el armario; unos los sacan al sol de vez en cuando y otros les hacen monumentos.
Esto daría para un debate mucho mas amplio. Saludos.
Hola,
EliminarGracias por la visita y por el comentario: un placer el leerte.
No necesito leer la leyenda negra para saber que, en la conquista de las Américas, se hicieron barbaridades (te recuerdo lo que se encuentra, y por qué, Colón en su viaje de regreso a América, después de comunicar la noticia, de viva voz, en España).
Pero este escrito va de Lope de Aguirre, así que antes de sacar a colación otras historias (no pareces un lector frecuente del blog: si lo fueras, sabrías qué habas cuecen por aquí), debo recordarte el objetivo del post, que es hablar de la figura de esta persona.
Te recomendaría que te leyeras las Cartas de Lope de Aguirre le escribió al Rey Felipe II, donde precisamente decía eso de sus compatriotas, mientras él pasaba a cuchillo a todo el que se meneaba.
Este tipo de reacciones, cegadas por tu sabrás por qué, te provocan que no hayas entendido, no ya el texto, sino al menos el párrafo donde se dice la frase (en toda conquista se producen atrocidades: Wellington liberó a España de los franceses, pero no fue, ni muchísimo menos, un santo con las gentes que se encontró a su paso).
Y sí: fuímos muy bestias (no había Green Peace en el Siglo XVI), por eso (dejaste de leer ahí), se te olvida comentar la parte final del post, donde hablo de Bartolomé de las Casas, una figura un tanto olvidada y que tanto bien hizo por las gentes de aquella parte del mundo (a costa de los esclavos negros, eso sí, que a el los indios le daban mucha pena, pero los africanos se la pelaban).
Hay que leer más y quitarse los complejos: hoy en día comparto lengua y cultura con 400 millones de personas, pero los orígenes, como todos los imperios, están regados de sangre (sea el Imperio Chino, el Romano, el Austro-Húngaro, el Español, el Inglés, Francés o el del Mueble, con un 20% de descuento en muebles de cocina, sólo hasta fin de mes).
Tienes razón. No suelo entrar al blog, pero sí recibo tus escritos en mi correo y es la segunda vez que contesto a uno de ellos.
EliminarDices : " hay que leer mas " y te puedo decir que hace dos semanas, llevé 500 libros a la biblioteca, porque ya no tengo espacio. Llevo leyendo sobre historia mundial, muchos años y he vivido en tres continentes, 17 años en el Continente Americano y algo he aprendido estudiando historia revisionista, que encuentro es la mas confiable, pues TODA la historia está escrita con ideología y por intereses de todo tipo, especialmente los económicos. Por mi personalidad siempre he desconfiado de aquéllos que dicen poseer y exponer la verdad.Para mí la verdad está siempre escondida detrás de relatos y de " wikipedias " o similares y jamás se puede conocer en su totalidad. Podemos tener una aproximación a los sucesos y personalidades de los protagonistas, pero es necesario realizar un enorme esfuerzo de búsqueda y consumo de tiempo para ello , -del que muchos no siempre disponemos-.
Para serte sincero,algunos de tus escritos me aburren, pues considero que te excedes en detalles que no alteran ni aportan, nada en absoluto al tema que expones. El de López Aguirre, sí me interesó y creo que podrías haber sido mas original, pues se parece mucho a otros que hay sobre el tema en la red.
Hay un historiador argentino que aporta " otra visión " sobre la " conquista" de América. Su nombre es Julio Carlos González. Uno de sus libros se titula " La Involución de Hispano América ".
https://www.youtube.com/watch?v=PESDqFPQCAc
Saludos.
Hola de nuevo:
EliminarGracias una vez más por pasarte por aquí: todo un honor.
Están muy bien todas tus hazañas, sin duda, pero todo ese poderío y saber que dices tener se cae cuando, un humilde texto, de un olvidado y pequeño blog, se te atraganta en la objetivo esencial del mismo (que no es la conquista de América, sino los dimes y diretes de un soldado que participó en una historia muy peculiar).
La verdad es relativa: depende del punto de vista, un hecho objetivo puede ser contado de forma veraz y precisa con dos puntos de vista completamente diferentes...
No pretendía hablar aquí de la Conquista de América (una vez más): sólo quise contar la historia de uno de sus protagonistas, famoso, desafortunadamente, no por sus hazañas, sino por, precisamente, toda su vileza (no hay nadie que sea capaz de defender el comportamiento de Aguirre: por eso decía que encontré curioso que Bolívar le pusiera como ejemplo de algo, siendo, como fue, un carnicero que se llevó por delante a todo y a todos, incluyendo a su hija).
Entiendo que mis textos no te gusten: te insto a que los critiques (si es posible, de forma constructiva :-)) para mejorarlos (y, de paso, lo debatimos: pareces alguien educado, lo cual suele ser una muy buena señal :-))...
Con respecto a este personaje, no hay mucho que contar (fui al archivo digital de Indias, pero las cartas son casi ilegibles, tanto por la caligrafía como por la pobre calidad de escaneo, que tomó el reverso de la tinta de las páginas, haciendo la lectura un calvario): está todo contado (me habría molado cantidad contar toda la historia de "El Dorado", pero ahí sí que entonces me habría metido en un enorme marrón, intentando documentar lo que allí pasó, teniendo en cuenta que, eso sí, lo poquito que se sabe es de, precisamente, el diario de un misionero que decidió contar lo que pasó).
Me apunto el vídeo (mil gracias por compartirlo conmigo :-)) y, repito: cuando leas algo que no está bien, que te resulta aburrido o, simplemente, te genere alguna sensación, te insto a que reacciones (de eso va este blog: de charlar con gente como tu sobre los temas que uno toca de cuando en cuando).
Gracias una vez más por la visita y el comentario :-))
Paquito.
Aquí tienes un enlace a un tema que pocos se dignan comentar y que por supuesto Hollywood nunca gastará un céntimo en producir ( y me temo que otros tampoco ). Esto también es historia.
Eliminarhttp://losdiariosdewinston.blogspot.com.es/2009/11/los-campos-de-la-muerte-de-eisenhower.html
Buenas tardes,
ResponderEliminarSiempre que se habla de lo que hicieron los conquistadores españoles en América, la polémica está servida, ya que nadie se pone de acuerdo en hasta que punto fueron o no fueron crueles.
Pero donde los historiadores no tiene ningún atisbo de duda es con Lope de Agirre... una picadora de carne que no distinguía entre indios, mestizos o españoles a la hora de pasarlos a cuchillo.
Alguna vez he tenido la enganchada con algún que otro sudamericano al respecto, pero yo les suelo siempre mencionar que si en vez de los españoles, os hubieran conquistado los británicos, de vosotros no hubiera quedado ni un solo indio en pie.
Antxon Urrutia.
Buenas:
EliminarGracias por la visita y el comentario: al tocar temas relacionados con la conquista de América, sabemos que ciertas cosas saldrán a flote.
No era el punto de este post: para mí, la historia de "El Dorado" es fascinante y, dentro de esa historia, en particular, este personaje, del cual, sin entrar en valoraciones, te cuenta algo de lo que fue y lo que hizo.
Los debates de "¿Qué habría ocurrido si...?¨ son extensos: sólo sabemos lo que pasó y, al intentar juzgar cosas desde un punto de vista actual, nos llevamos las manos a la cabeza, aunque, a su vez, si somos justos, entendemos el resultado de lo que allí sucedió y es que, hoy en día, cientos de millones de personas comparten una lengua y, quizás, similitudes culturales que nos unen.
Nunca he tenido enganchadas con nadie: sí he tenido situaciones donde, lo que uno ve como un hito en una cultura, es visto como algo diferente en otra (lo cual es lógico y entendible).
Pero, como bien dices, con respecto a este personaje (del cual destaco al final cómo uno de los líderes de la independencia de los territorios de América utilizó como símbolo), hay cosas que, con independencia del tiempo en el que se miren, fueron aterradoras (la expresión "picadora de carne" es bastante descriptiva).
Un abrazo y, de nuevo, mil gracias por pasarte por aquí :-)
Aguirre era lo que era, un punto más psicópata que los demás pero era una persona de su tiempo para bien y para mal.
ResponderEliminarEl problema es que la gente se olvida que la historia es sucia,sangrienta y no podemos juzgarla con los ojos de ahora.
Pero sirve para darnos cuenta que el ser humano se guía por los mismos parámetros que hace 500 años. No hemos cambiado tanto.
Un saludo
Buenas:
EliminarGracias por la visita y el comentario: todo un placer :-)
Efectivamente, en el siglo XVI, ser un soldado no era precisamente lo que es hoy, pero convendremos en que, en particular, este caballero era, desde luego, "para echarle de comer aparte").
Olvidar que, efectivamente, la Historia está llena de sangre y violencia es lo que, en mi opinión, el personal olvida, pero al igual que no todo fue malo, tampoco todo fue bueno (es la vida, con independencia del momento histórico).
Y esa vida no hay que remontarla al siglo XVI español: nos podemos venir tranquilamente al siglo XX, donde Alemanes, Ingleses, Sudafricanos, americanos y demás, "apenas hace cuatro días", enseñaron lo peor de la condición humana.
Hemos cambiado en algunas cosas (hoy en día un Aguirre no se concibe en una situación normal: Mladic acaba de ser condenado a perpetua en La Haya por los crímenes de guerra que cometió durante la guerra de Yugoslavia).
Este último tiene un post pendiente para mí: otro "animal de bellota" que, en nombre de un ejército y de una idea, perpetró las salvajadas más bestiales que se recuerdan (una de ellas, por cierto, con el beneplácito del ejército Holandés, que les dejó entrar en la ciudad que, se suponía, debían proteger, y donde, en una noche, se mataron a 5.000 personas).
Y esto, niños y niñas, sucedió en Europa, apenas hace 20 añitos, justo enfrente de la costa italiana del Mar Adriático (que se dice pronto).