Coronavirus - Una perspectiva desde Holanda
Hola:
La cosa está como está, así que supongo que, si estás leyendo esto, ya habrás aprendido un montón sobre el bichito en cuestión y todo lo que está sucediendo en el mundo alrededor de la propagación del virus "CO-VID-19".
En primer lugar
Desde hace días, mi papel en los diferentes ámbitos de mi vida ha sido el de intentar mantener la calma y contextualizar todo un montón de cosas sobre lo que está sucediendo.
Por circunstancias de mi trabajo, tengo contacto con básicamente todos los países de la Unión Europea (incluyendo al Reino Unido, hasta que el Brexit finalice) y, desde hace unos días, con Italia en particular.
La situación allí es, curiosamente, de normalidad dentro de lo que es un cuasi estado de excepción: los italianos están demostrando un enorme grado de civismo y paciencia, signo de que, por muchos clichés que se pongan a según qué lugares del mundo, la realidad demuestra la falsedad en algunos de ellos.
Pero esto no va de Italia
Esto no va de ese país porque, para empezar, no vivo allí: lo que me llega es a través de mis compañeros y de, en la medida en la que tengo que ayudarles con algunas cosas, las cosas que aprendo sobre los métodos, prioridades y demás (muy interesante esta parte: las empresas tienen clarísimo que según qué sectores tienen que estar bien tratados sin ningún tipo de duda, mientras que al resto, directamente, se decide despriorizar, con absoluta comprensión por parte de la mayoría).
Esto va de lo que ha sido mi última semana, rodeado de gente de medio mundo, muchos de ellos más jóvenes que yo, otros más mayores, todos, en diferentes medidas y circunstancias, afectados de forma directa o indirecta pero, y esta es la parte de la ecuación que más me interesa, con diferentes niveles de comprensión de los hechos y diferentes fuentes de información que conforman su percepción de la misma.
La información
Hace ya unos años me desconecté de Facebook... La idea original era desconectarme durante 90 días, pero después dejé que la cosa se fuera de tiempo y, un par de años más tarde, borré mi cuenta para no volver a saber nunca más de dicha aplicación.
En estos días, observo con preocupación como, gente de diferentes edades, a través de la información que sus contactos comparten entre ellos, se producen situaciones curiosas, como la de gente perfectamente cabal y racional que, sin embargo, siente una cierta congoja o angustia, porque no es capaz de reconciliar lo que su razón le dicta y lo que su ambiente (lo que lee, lo que escucha, lo que ve) le hace llegar.
Aquí es donde uno intenta mediar y recordar al personal que, sobre todo, lo que no hay que hacer es perder la calma: todo está bien, todo va a estar bien, es un virus, una gripe muy contagiosa, que sólo tiene consecuencias sobre determinadas circunstancias y que, todas las medidas que estamos viendo, son simplemente para evitar la propagación y que esos segmentos de población (gente mayor y/o con problemas de salud, puedan infectarse, momento en el que, aunque el porcentaje de mortalidad es bajo, nos debemos preocupar).
La única parte preocupante es esa y el hecho de que, una vez que te recuperas del virus, tu sistema inmunológico no desarrolla memoria (es decir: puedes volver a pillarlo y volver a ponerte malo).
Más allá de eso, esto no es el Ébola, pero hay que tener cuidado y evitar contagiarse y/o servir como portador para contagiar a otras personas.
Los perfiles de la desinformación y el miedo
Decía antes que trabajo con gente más joven que yo y gente de medio mundo... Algunos de ellos son gente cuyas fuentes de información son de dudosa calidad y que, a pesar de sus proverbiales conocimientos profesionales (unos fieras en lo que hacen), su comprensión de la vida "normal" (por así decirlo) es francamente deficiente o preocupante.
Gente con supersticiones y con, repito, fuentes de información de más que dudosa reputación que, en forma de salmo, entra por su cabeza y les produce quebraderos en la misma, poniéndoles en situación de alerta.
Conté en su día como, en muchos vecindarios del país, se crearon "grupos de vigilancia de WhatsApp", donde los vecinos se informan y se reportan comportamientos extraños y/o movimientos de policía o gente rara para intentar protegerse.
Esta mañana, algún (o alguna: la estupidez no tiene género) descerebrado ha mandado al grupo de mi vecindario (unas 250 personas) un par de artículos sobre cómo todo lo que está pasando es algún tipo de timo o "fake news", que ha acabado con uno de los administradores pidiendo a la gente no reaccionar, echando del grupo a la persona que lo ha puesto y borrando el mensaje.
Más que nunca, lo vuelvo a repetir: tranquilidad y calma... Esto no es el ébola: si esto fuera grave, lo estaríamos flipando y si crees que esto es fliparlo, habla con gente de otros países donde han habido brotes de Cólera y cosas así en un pasado no muy lejano.
La gente más cabal tiene también grados: contaba antes el caso de personas que saben que, racionalmente, esto no es el Apocalipsis de Juan, pero sienten angustia y congoja, bombardeados por cuchicheos y noticias provenientes de, sobre todo, las redes sociales, que amplifican (por diseño) las publicaciones que más reacciones provocan (sean ciertas o no, sean las reacciones a favor o en contra).
Aquí es donde uno tiene que ponerse firme y repetir el mantra: no nos volvamos locos y mantengamos la calma.
La gestión de esto "a la Holandesa"
Al principio se miró a China con curiosidad, después a Italia con casi guasa, pero entonces llegó a España y, en cuanto el bicho tocó tierra en los Países Bajos, ya era demasiado tarde.
La actuación del gobierno holandés, en mi opinión, me parece de chiste: desde empezar poco menos que ignorándolo (aquí el tufillo habitual de "Esto sólo pasa en países como..." se adivinó en los primeros días), para después la chanza de no darse las manos para, ayer, el gobierno holandés pedir a la población que se queden y trabajen desde casa, mientras, eso sí, los colegios abiertos (porque claro: si los niños no pueden ir al colegio, entonces menuda gracia).
Este último punto, es de los niños, es lo que, entre gente medianamente racional, está levantando cejas hasta ángulos inauditos: los niños son precisamente una de las fuentes de contaminación más fuerte, porque los críos apenas sentirán nada, pero contagiarán a los mayores, momento en el que el riesgo crece.
Uno de los ejecutivos de mi empresa ha dejado a sus hijos en casa: hablando con el, le he preguntado que si eso es legal (en Holanda tu no puedes dejar a tu hijo sin ir al colegio: la escolarización es obligatoria y, por obligatoria, me refiero a que, si te pillan queriendo llevarte a tus hijos de vacaciones en medio del curso, el colegio puede informar a las autoridades para que la policía te explique que va a ser que no) y me ha dicho que no le importa, que el entiende los riesgos de que los niños estén jugando con otros niños, de los riesgos de contagio hacia el, su esposa y su familia, de ahí que, si su gobierno no quiere hacer lo correcto, el lo hará.
Aquí es donde uno a veces ve a la calculadora mental que rige la vida de esta gente: es como lo de la famosa fórmula de la General Motors con el Ford Pinto, cuando descubrieron que el depósito de gasolina podía estallar con el más mínimo choque con otro vehículo y que, la reparación de dicho defecto, estimado en 30 dólares, era más cara que, simplemente, dejar morir a la gente que los tuviera, porque los gastos de litigar en tribunales, incluyendo las posibles penalizaciones o multas que les pusieran, eran inferiores al gasto de la reparación.
La educación media y superior, en cambio, se ha paralizado (se tienen los medios para que la gente estudie a través de Internet). A ver cuánto tardan en corregir el tiro.
Actualización: 24 horas más tarde de escribir este artículo, bajo petición al gobierno por parte de las autoridades sanitarias, se ha decidido por fin cerrar todos los colegios, institutos, bares y restaurantes hasta el 6 de Abril (sólo se mantendrán los colegios y guarderías abiertos para los hijos del personal sanitario y/o sectores críticos, en línea con las medidas del gobierno belga.
A la búsqueda del Papel Higiénico y los Supermercados
Una de las cosas más curiosas que empecé a observar la semana pasada es al personal comprando papel higiénico como si les fuera la vida en ello.
En estos últimos dos días, desde el anuncio de medidas más severas del gobierno holandés, los supermercados empiezan a tener un cierto desabastecimiento de algunas cosas (productos básicos: leche, huevos, pan, papel higiénico, harina, arroz, pasta y Doritos, esto último casi anecdótico, pero muestra del grado de estupidez del personal cuando no sabe qué hacer, pero el miedo se avecina de su toma de decisiones).
Esta noche he recibido (y conmigo, millones de clientes, supongo) un correo electrónico del director general de la cadena de supermercados más grande de Holanda, "Albert Heijn": en el mismo, se explican varias cosas, como por ejemplo cómo se están haciendo todos los esfuerzos para que tanto el personal, como sus productos, tengan todas las garantías de higiene que sean posibles, mientras se explica también que los centros de abastecimiento tienen mercancías más que suficientes y que no va a faltar de nada, salvo en momentos donde la demanda puntual de productos sea más alta de los normal, recordando de la reposición de productos se hace varias veces al día y demás.
Carta de Albert Heijn enviada por correo electrónico esta noche (13 de Marzo de 2020) |
Porque ahí está el "efecto bola de nieve": el personal va a comprar movido por el miedo, otra gente va a comprar sus cositas, ve baldas vacías y empieza a pensar que, a lo mejor, sería necesario comprar más de lo habitual, y así hasta que ves a gente, como me contaba a una compañera, que en cuanto ven a uno de los reponedores del súper sacando del almacén cajas con paquetes de harina, el personal no le deje ni llegar hasta el lugar donde suelen estar expuestos.
Dato: en Italia, el personal no puede salir a la calle "sin permiso" (hay un proceso con un formulario y demás), pero las redes logísticas están funcionando sin problema para todo lo que son cosas necesarias (o no tanto, pero obviamente se prioriza lo que se prioriza).
En Italia... Con la que está cayendo...
Aquí, obviamente no va a ser menos, pero el personal es irracional, empieza a acumular papel higiénico como si la vida les fuera en ello y después, ya sabes.
El cuerpo me pide ir mañana al súper "de Safari fotográfico" y, desafortunadamente, porque sé que no me lo permitirían, me encantaría hacerlo, por ver al personal comportarse como borregos, aterrados sin motivo por una circunstancia que NO va a suceder.
Mi caso personal
Vengo sosteniendo la misma posición desde hace semanas: es una gripe, es altamente contagiosa, no desarrollas memoria inmunológica si la pillas y tiene un índice de mortalidad superior a la normal, pero esto no es el puto ébola, así que no debemos perder la calma.
Hace unas semanas, no sé si porque soy un bocazas, porque soy bueno en lo que hago o porque entre los que estábamos, quizás yo era el más senior, un alto directivo se acercó a mí y me preguntó lo siguiente:
"Si tuvieras que trabajar desde casa durante tres meses... ¿Qué es lo que necesitarías?"
Respondí que, probablemente, me tendría que llevar uno de los monitores que utilizo en mi trabajo (utilizo 3 pantallas generalmente) y que con eso me apañaría, sin ser ideal.
Esta mañana, al llegar a la oficina, me dí cuenta de que, aunque el aparcamiento tenía coches, dentro apenas había gente...
Revisando el correo, veo una comunicación interna de la organización informándonos de que, de acuerdo con las recomendaciones del gobierno holandés, se nos instaba a que, salvo si no se pudiera por una buena razón, trabajáramos desde casa hasta el final del mes.
En mi caso, la cosa me ha pillado mal y seguiré yendo a la oficina hasta miércoles, momento en el que uno de mis monitores se vendrá conmigo en el maletero del coche y tendré que empezar a ver cómo lo hago (llevo trabajando desde casa desde hace casi 20 años, pero nunca de manera continuada, siempre uno o dos días a la semana como muy mucho, eligiendo el día para, precisamente, evitar momentos donde están con setecientas cosas abiertas a la vez, doscientas reuniones y cuatrocientos correos electrónicos).
Pero la vida sigue...
Todo esto al final se resume en que, a pesar de lo que las noticias están vendiendo (recordemos: esto vende periódicos y titulares en Internet como si lo fueran a prohibir), más allá de la lógica preocupación, debemos mantener la calma.
La vida continúa: más que nunca, civismo, cordura, paciencia y educación para con nuestros compañeros de trabajo, vecinos, familiares y parejas...
Porque, y esto ya lo aventuro, dos cosas curiosas van a pasar en los próximos meses:
1. Aumento de la natalidad en nueve meses: el personal está metido en casa sin salir y se aburre.
2. Aumento en número de divorcios en dos meses: el personal está metido en casa sin salir y tiene que lidiar con la pareja y, si hay niños, peor.
Una vez más (todos juntos): calma y paciencia...
Un par de detalles
Antes de que se me olvide... El número de casos en Italia demuestra una reacción tardía del gobierno italiano (en cierto sentido, similar a la del gobierno español, pero no creo que nadie esté realmente preparado para esto) pero también demuestra que, curiosamente, en los países con sanidad universal y gratuita, el personal va al médico para, por lo menos, ver si debe preocuparse o no.
En países como Holanda, los casos reportados son sólo un porcentaje real del número de personas que lo pueden tener, igual que en Italia o España, pero la predisposición de unos sistemas para, aunque estén completamente saturados, a intentar ayudar, frente a un sistema que lo que te dice es que llames al médico y le cuentes una milonga para, acto seguido, que te manden a dormir y tomes sopa de pollo, dice mucho de ambos mundos.
Otro detalle es cómo las empresas han puesto dispensadores con gel de manos desinfectante por las oficinas y cómo, hasta en esta arcadia feliz, donde se supone que todo es maravilloso y demás, el personal se dedica a robarlos, porque se han agotado en las tiendas (lamentable: en mi empresa y en un par de casos más que me han contado, esto ha sucedido).
Dicho lo cual: dentro de la tragedia, creo que ésta es una oportunidad valiosa para aprender a manejar este tipo de situaciones (para muchísima gente, entre la que me incluyo, ésto es completamente nuevo: no hemos vivido ni guerras ni crisis del petróleo ni cosas por el estilo), de ahí que, entre otras cosas, la sociedad, como los gobiernos, las autoridades, las empresas y las instituciones públicas pueden utilizar todo esto como fórmula para ver qué es lo que se debe tener en cuenta para que, el día que algo grave "de verdad" suceda, se sepa afrontar con la capacidad debida.
Porque cuando acabas, como he acabado yo esta mañana, en conferencia telefónica con gente de catorce países, pidiendo que juguemos a dibujar escenarios posibles para saber cómo actuar ante cosas como las que hemos tenido que hacer en Italia, la respuesta más común ha sido "Pues... No lo hemos pensado".
Y como decía un profesor mío (un hombre inteligente como pocos): "La mejor improvisación es la que se lleva preparada".
Unas horas más tarde, el gobierno español declaraba el estado de alarma, momento en el cual el Estado puede empezar a poner restricciones de movimientos de los ciudadanos sobre el territorio.
Llevamos un año muy raro: a ver si la cosa remonta.
Un abrazo, te deseo mucha salud y recuerda: calma...
Paquito
Emilio: sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es
Twitter: @paquito4ever
SENOR: LLEGUÉ A ESTE BLOG BUSCANDO COMENTARIOS DE LA PELICULA EL BANQUERO DE LA RESISTENCIA Y COMO LA CURIOSIDAD MATO AL GATO SEGUI LEYENDO PARA SABER CUAL ES SU EXPERIENCIA EN ESTOS TIEMPOS DE PANDEMIA.
ResponderEliminarYA LLEVAMOS CASI 5 MESES LUCHANDO CON ELLA. VEI MUCHAS SIMILITUDES DE DONDE SOY , UNA ISLA HERMOSA EN EL CARIBE QUE LLEVA EXPERIMENTANDO DESDE HACE TRES AÑOS HURACANES, TERREMOTS, PANDEMIA CONSTRICCIÓN ECONÓMICA. AL LEERLO ME DOY CUENTA QUE LOS GOBIERNOS HAN ACTUADO IGUAL. ES LA ECONOMÍA LA QUE NOS RIGE NO EL SENTIDO HUMANITARIO Y MUCHO MENOS COMUNAL. ACA SE LOGRO CONTROLAR TANTO QUE EN UN MOMENTO DADO PENSAMOS QUE ERAMOS INMUNES HASTA QUE SE VOLVIO A ABRIR Y SE HA VUELTO TODO LOCO Y AL DIA DE HOY TENEMOS 220 MUERTOS. NUESTRA ISLA NO TIENE EL CONTROL DE LA ENTRADA POR EL AEROPUERTO PUESTO QUE SOMOS LA ÚLTIMA COLOMIA DEL MUNDO 🌎 Y LOS TURISTAS EN GRAN PARTE NOS HAN TRAIDO EL COVID PQ HA PESAR DE QUE LA GRAN MAYORÍA DE LAS PERSONAS QUE VIVIMOS AQUI UTILIZA LAS MASCARILLAS ELLOS MO Y HASTA HAN OCURRIDO INCIDENTES POR ESTA RAZÓN. PATA TERMINAR ESTA ENTRADA Y LA RAZÓN POR LA CUAL ME ANIMO A ESCRIBIR ES LA PELÍCULA VS LA RESPONSABILIDAD SOCIAL. LA ECONOMÍA QUE RIGE AL MUNDO. LOS BANQUERO Y SU ALEGADA NOBLEZA POR QUE SIMPSTIZAMOS CON LA RESISTENCIA QUE EN LOS TIEMPOS DE GUERRA ES UNA NECESIDAD PARA SALVAR VIDAS VS PANDEMIA. EL MANEJO DE PANDEMIS, GUERRAS, ATAQUES HA POBLACIONES, RACISM9.
MALES HORRIBLES QUE LO QUE HACEN ES DETRUIR.
UPS ME SALIO LO EMOTIVO CARIBEÑA AL FIN QUE TENGO POR OBLIGACIÓN MOVER MIS MANOS, TOCAR A LA GENTE Y DESPEDIRME CON UN ABRAZO LUEGO DE CONVERSAR POR 5 MINUTOS Y TE CONVERTISTE EN UN AMIGO. UN SALUDO BORICUA. RBERNIER
Hola:
EliminarGracias por tu visita y por tu comentario: no sé exactamente qué responderte, salvo quizás desearte suerte.
Espero que todo se mejore allá donde vives.