El escándalo #metoo en Holanda

Buenas:

¡Feliz año nuevo! Espero que estés bien y que tanto tu como los tuyos estéis sanos.

El post de hoy va a ser peculiar: trata de un tema muy delicado y, cuando uno toca temas muy delicados, tiene que andar con pies de plomo, intentando elegir las palabras adecuadas y justas para, por una parte, explicar las cosas bien (el objetivo principal) y, de paso, no meterme en ningún lío (yo no sé a ti, pero a mi meterme en problemas no es algo que me llame mucho).

Al turrón

Ya sabrás que, hace unos años, estalló en Estados Unidos el famoso escándalo de acusaciones de acoso y abuso de poder en la industria del entretenimiento de ese país, conocido por el "hashtag" que se utilizó para difundirlo en redes sociales, el famoso "#metoo" ("Yo también", del inglés).

En aquel entonces, "el paciente cero" fue el productor de cine Harvey Weinstein, el cual, a partir de ese movimiento, empieza a recibir denuncias de varias mujeres que explicaban, según su versión, como éste utilizaba su posición en la industria cinematográfica estadounidense para obtener o demandar favores sexuales de las actrices.

"Esto no es nuevo"

Lo peor de toda aquella historia es que, el movimiento #metoo lo único que hizo fue, simplemente, contarle al mundo lo que había sido, durante décadas, la dinámica de algunos agentes dentro de la industria del entretenimiento.

En particular, el tal Weinstein, era conocido en su sector (uno de esos "secretos a voces" de los que nadie habla en público, pero que parecía ser tolerado o, simplemente, entendido como el precio a pagar para poder obtener tal o cual papel en tal película).

¿Cómo lo sabemos? Desde varias declaraciones, a posteriori, de personas que conocían la historia o episodios concretos, hasta una pequeña declaración pública de la cantante y actriz Courtney Love quien, en 2005, en una alfombra roja de un evento, confesó lo siguiente a una periodista que le preguntó qué consejo le daría a una joven actriz que estuviera empezando en la industria:



Traducción (por si el inglés te patina): "Si Harvey Weinstein te invita a una fiesta privada en el hotel Four Seasons, no vayas".

Cuando todo esto revienta, ese vídeo, esa pequeña declaración en 2005, de pronto cobró todo el sentido del mundo (Courtney Love ha sido una mujer polémica, conocida por no moderse la lengua ni en este, ni en otros aspectos de la industria del entretenimiento, como la musical, con los famosos contratos a artistas que, básicamente, les dejaban con lo justo y necesario).

Entonces...

Ese movimiento empieza en Estados Unidos y, rápidamente, se extiende al resto del mundo: ese pequeño velo que escondía ese gran secreto a voces, resulta ser muchísimo más grande y profundo de lo que podríamos pensar (empiezan a caer tótems del cine, de la radio, de la televisión, de la música, del teatro, la ópera y hasta del mundo cómico, en diferentes grados y escalas).

Y cuando todo esto empieza a suceder, es cuando yo me empiezo a preguntar quién acabaría cayendo en Holanda, si algo de esto sucedió por aquí (los holandeses, al final, son personas, como todos los demás y, como ya deberías saber: "dadas las mismas circunstancias, un noruego, un holandés, un español, un italiano y quien sea que más te dé rabia, acabarán haciendo lo mismo").

Para mi sorpresa, aquella primera ola pasa completamente desapercibida por aquí: no sucede nada y, como uno es bien pensante, cree que, a lo mejor, efectivamente, éste es un país diferente, donde estas cosas "quizás no han sucedido y, si lo hicieron, quizás pasaron hace muchísimos años"...

Inocente de mí...

Hace 3 semanas, me empiezo a enterar en la prensa de que han salido acusaciones de acoso y abuso de poder de un par de personas participantes en un programa tipo "Operación Triunfo" (llamado "The Voice of Holland"), con insinuaciones que van desde comentarios de tipo obsceno o fuera de lugar, hasta situaciones que acaban con relaciones sexuales, donde la persona que vivió el episodio explica cómo la cosa fue de un comentario o de una situación hasta un lugar donde la persona que provoca el episodio juega con su posición en el programa o, además, su posición en el programa o en el panorama cultural holandés.

En la discusión original con la señora Paquito, cuando la cosa que nos llegó sólo era cosas de "comentarios un poco fuera de lugar", comento que las cosas son habladurías y que no sabemos qué ha sucedido realmente: algunas de estas cosas, a veces, son malinterpretadas, los holandeses son unos brutos y en los primeros días, sólo se habla de una persona que hacía comentarios sobre el aspecto de las participantes en el concurso.

En esa discusión, yo digo que todo en la vida suele tener un contexto y que, sin ser excusable, no creo que sea constitutivo de ningún delito, más allá del tipo de situaciones que, en un entorno profesional, deberían evitarse, mucho menos en posiciones de poder hacia personas en una posición inferior a la tuya.

Ejemplo: trabajas en una agencia de modelos y están haciendo fotos para un catálogo de ropa... Uno de los fotógrafos ve a una de las modelos y le dice que tal o cual ropa resalta mejor uno de sus atributos físicos: el lenguaje puede variar pero, dentro de la función de la sesión de fotos (vender ropa), si la cosa no se va de madre, uno de esos comentarios puede llegar a tener sentido (dentro, repito, dentro de lo que es la evaluación de cómo una ropa le sienta a una modelo que va a ser fotografiada y para la que, tanto ella, como el fotógrafo, como la agencia y como el anunciante, quieren obtener el mejor resultado posible).

Pero la cosa empieza a ir a mucho más (de lo que se cuenta originalmente, sobre comentarios fuera de lugar, la cosa salta directamente a acusaciones de índole sexual) y, finalmente, el programa de televisión de búsqueda de talentos musicales se cancela y se producen tres acusaciones formales hacia miembros de dicho programa, dos de ellos con un alto perfil dentro del panorama musical en Holanda (cantantes) y un músico que tiene relación directa con la familia del creador y productor del mismo (de esto hablaremos luego).

Y mi teoría, que se basaba en lo que había escuchado (comentarios fuera de lugar) va directamente al garete cuando, hace una semana y media, un canal de YouTube holandés especializado en investigaciones de todo tipo (desde tarifas abusivas en tal o cual servicio, hasta injusticias sociales), llamado "BOOS" y que tiene también ramificaciones un canal de televisión holandés, publica un vídeo de una hora y media, donde se presenta toda la historia en su crudeza (no estoy seguro de si el programa también se emitió en televisión, pero yo no tengo tele, así que a mí lo único que me queda es el vídeo publicado en YouTube).

El vídeo es éste (el programa es el holandés, pero tiene subtítulos en inglés).



AVISO: algunas partes del vídeo son "cruditas" (en algunos momentos, viéndolo, sentí una rabia incontenible y, en otras, no exagero un ápice, se me puso el estómago del revés, sintiendo una empatía enorme por el testimonio de lo que algunas de las víctimas cuentan).

¿Qué nos dice el vídeo?

El vídeo tiene 3 partes diferenciadas: en la primera, se explica un poco la circunstancia de la emisión en sí.

A principios de 2021 dos mujeres contactan con ellos para explicarles su experiencia en "The Voice of Holland" (una de ellas como participante, la otra no), haciendo una serie de acusaciones sobre una persona del programa en particular (un "coach": básicamente, una persona que elige a participantes para trabajar en su progresión en el programa y que, si lo hace bien, puede incluso ganar el mismo, consiguiendo así iniciar una carrera en el mundo de la música).

Al mismo tiempo, BOOS (el programa de investigación) recibe también información sobre otro de los protagonistas de "The Voice of Holland" (otro coach) con alegaciones similares.

BOOS ("enfadado", en holandés) evalúa entonces qué hacer: hay que tener en cuenta que según qué cosas no se pueden decir sin tener pruebas, lo cual es lógico (y los programas de televisión o de Internet, en temas de investigación, se precian muy mucho de cuidar muy bien que todo lo que puedan decir está legalmente cubierto: si no es así, la que te puede caer puede ser gloriosa).

La cosa se queda ahí hasta el verano (unos meses más tarde): en ese momento, los investigadores del programa deciden empezar a buscar información y ponen un mensaje en las redes, pidiendo testimonios de gente que haya trabajado o participado en "programas de búsqueda de talentos" y donde hubieran presenciado o sufrido conductas "que no fueran correctas" (aunque se emite en Internet, "BOOS" tiene detrás a una productora que, supongo, vende también contenido o formatos a otros medios, así que tienen que tener mucho cuidado con el lenguaje).

Curiosamente, ese anuncio se amplifica en los medios de comunicación holandeses que, curiosamente, empiezan a apuntar hacia "The Voice of Holland": al mismo tiempo, BOOS empieza a recibir decenas de correos electrónicos donde el trazo principal de las acusaciones va hacia el abuso de poder en personas de cierta posición en el programa de talentos ya nombrado.

A partir de ahí, la segunda parte del programa empieza con una batería de testimonios de diferentes mujeres contando su historia y su experiencia: la coincidencia en los procedimientos, el lenguaje y los nombres, es remarcable (uno de ellos parece que ha utilizado el mismo método decenas de veces, dado que dos mujeres completamente diferentes y que no tienen relación entre sí tienen testimonios casi intercambiables).

En total, 4 personas son acusadas, pero sólo se publican 3 nombres (el nombre del cuarto, un director del programa, no se desvela, supongo que por cuestiones legales y porque, repito, sin pruebas o acusaciones directas, una cosa de estas te puede costar un juicio por difamación de dejarte el ojete como la bandera del Japón).

¿Quiénes son los acusados?

Los presuntos acusados cuyos nombres se desvelan son tres.

El primero es Jeroen Rietbergen: pianista y "líder de la banda" de The Voice of Holland (no he visto el programa, pero supongo que, mientras los concursantes ofrecen su talento en calidad de cantantes, el programa tiene un equipo musical que ejecuta la música que los cantantes ejecutarán). 

Es una persona conocida en Holanda, formaba parte, supongo (repito que no he visto el programa en mi vida), de la cara visible del programa de televisión y, sobre todo, tenía desde 2007 (ya tipa lo ha dejado cuando esto ha salido a la luz) una relación sentimental con Linda de Mol, una mujer con una dilatada carrera en los medios de comunicación de varios países, con una relevancia social impresionante (es el equivalente a Oprah Winfrey en Holanda, en términos de estatura mediática) y cuyo apellido, "de Mol", tiene un peso gigantesco en el panorama audiovisual holandés e internacional.

Y ese peso gigantesco se debe a que, el hermano de Linda, John de Mol es, entre otras cosas, el creador de "Gran Hermano" y también el creador de "The voice of Holland", formato que se ha vendido a medio planeta, a través de su productora "Talpa". Un hombre que, casi literalmente, es el "dios" de la comunicación en Holanda y cuyo apellido, repito, tiene un poder enorme en este país.

Es decir, el señor Rietbergen es el "cuñado" (hasta donde yo sé, no estaba casado con la hermana, aunque han estado juntos como pareja desde 2007) del creador y productor del programa de televisión donde, de una forma o de otra, los señores acusados pulularon: las víctimas le acusan de comentarios fuera de tono, de mensajearse con ellas y donde, poco la poco, una conversación empezaba a degenerar en alto contenido sexual, algunas de ellas habiendo incluso recibido fotografías de sus genitales (las famosas "dickpics").

El señor Rietbergen admite haber tenido comportamientos inapropiados y dimite, pero quedan otras personas.

El segundo acusado es "Marco Borsato": el señor Borsato es todo un icono de la música en Holanda, un cantante con una larga carrera llena de éxitos y un hombre al que, hasta que todo esto ha sucedido, tenía una reputación intachable, con una enorme parte de la población teniéndole en los altares del star system holandés.

En Diciembre del año pasado, el señor Borsato recibe una denuncia sobre tocamientos y los medios de comunicación explotan, sacando a la luz todo tipo de historias sobre presuntos líos de faldas con concursantes del programa de talentos e incluso presuntos tocamientos con menores de edad.

Borsato además era "coach" en la versión juvenil (menores de edad) del programa, llamado "The Voice Kids", cosa que, en el contexto de esta historia, llevará a un momento curioso de la tercera parte del programa.

Tres mujeres entonces anuncian presentar denuncias ante las autoridades y una de ellas lo hace unos días más tarde: una mujer de 22 años que dice haber sufrido tocamientos por parte del tipo cuando ella tenía 15 (Marco Borsato entonces contra-demanda a la mujer, alegando que las acusaciones son falsas y acusándola de libelo y atentado contra su honor).

Curiosamente, la primera reacción de la prensa es acusar a la víctima de extorsión y a la madre de la misma de incitar esta historia, ante lo que la víctima tiene que declarar que "no hace esto por dinero".

Otras víctimas, también de muy corta edad (menores) confiesan al programa BOOS haber sufrido "tocamientos" y algunos empleados, todos ellos siempre dentro del anonimato, por miedo a represalias, declaran haber visto este tipo de cosas, que "todo esto era conocido" y que, simplemente, el personal callaba, en una especie de "acuerdo de caballeros", donde este tipo de cosas no se discuten ni se comentan.

El tercer acusado es el cantante de rap "Ali B", que también actuaba de "Coach", al igual que Borsato, en la versión para adultos de "The voice of Holland": aquí BOOS contacta a alguna de las presuntas víctimas escuchando a sus testimonios e incluso, en uno de los casos, hablando con la chica en la mañana en la que fue a hacer su denuncia a las autoridades por lo que ella ha vivido.

Ali B es un hombre joven y de gran éxito en la esfera musical holandesa y un hombre de prominente perfil en temas delicados de las relaciones entre diferentes confesiones y razas. Nacido en Holanda, Ali B viene de una familia de inmigrantes marroquíes y es un hombre admirado por, precisamente, haber triunfado con su talento y por ser un icono de referencia para la juventud de diferentes orígenes en lo que se considera "un ejemplo a seguir" en la integración de personas y culturas.

Un icono que traspasa y que, hasta que todo esto ha sucedido, era otro de esos totems de la sociedad holandesa por su forma de ser: repito, una persona querida y estimada por sus valores, por su talento y su forma de ser.

Sobre este último, el programa ofrece varios testimonios de varias presuntas víctimas, contando sus vivencias y experiencias (esta parte, me lo estoy reviendo ahora mientras escribo estas palabras, me pone el estómago del revés).

IMPORTANTE: Ali B niega todas las acusaciones, al igual que Marco Borsato. Ahora que estas cosas están en los tribunales, sólo queda escuchar lo que la justicia tiene que decir al respecto (y esto es importante: el respeto a la presunción de inocencia existe para algo, nunca olvidemos esto).

La tercera parte del programa, en cambio, es otro rollo... Y esa, es la parte que a mí más me llamó la atención porque, simplemente, uno no está acostumbrado a ver a según qué gente bajar del Olimpo para hablar con el común de los mortales.

John de Mol decide hablar...

La última parte del programa es la más extraordinaria, en términos de documentación: el productor John de Mol, creador de "The Voice of Holland", un hombre multimillonario, el "dios" de la comunicación en Holanda y probablemente uno de los hombres más influyentes de la televisión mundial en los últimos 40 años (recordemos: este hombre crea "Gran Hermano" y los formatos de programas que crea son luego vendidos a medio planeta), decide hablar con el programa de investigación, cara a cara...

El primer fallo que le veo es que el tipo pone como condición para la entrevista el poder ver el programa en primer lugar: aunque el no tiene poder para saber qué preguntas se le van a hacer, esto generalmente no sería aceptable en otros lugares (el saber por dónde te van a venir las cornadas te blinda para saber a qué responder y cómo).

Pero el programa cede y es entendible: el escuchar a uno de los tótems de la comunicación mundial hablar sobre algo, de tan enorme gravedad, que ha sucedido en una de sus empresas, es lógico.

En la entrevista con el mismo, el conductor del programa tiene momentos donde me recuerda al periodista español Jordi Évole, pero también noto un poco de su inexperiencia: la cosa empieza hablando sobre lo que el programa ha mostrado (repito: la condición de la entrevista es que John de Mol pueda ver el programa en primer lugar) y su reacción hacia el mismo ("Si sólo un uno por cierto de lo que se ha contado es cierto, es terrible").

Poco a poco, según la entrevista avanza, mi percepción personal (única e intransferible) es que, el tipo, no le está hablando a un espectador normal: su lenguaje está perfectamente calculado, todo es "en mi opinión", "desde mi punto de vista" y, a pesar de que el entrevistador le pide en varias ocasiones que se ponga en el papel de las víctimas, el tipo no da su brazo a torcer (personalmente pienso que no puede: si lo hace, echará leña a un fuego que, por cuestiones empresariales, le interesa que se apague lo antes posible: sus negocios y, quizás, su reputación personal y profesional, se pueden ver afectadas de forma irreversible).

Aquí se me enciende el pilotito (mi "otra vida" me ha hecho un cínico de narices): le está hablando a "sus clientes", las cadenas de televisión de medio planeta que le compran formatos de programa, porque su posición es siempre que "el no sabía nada, salvo lo del cuñado, al que le dio un aviso en su día, que en su productora se toman estas cosas muy en serio"...

La parte del cuñado es remarcable: si el cuñado no hubiera sido tal, en mi opinión, le habría mandado de una patada en el culo a la Luna, pero esto es opinión personal...

Para el, todo esto empieza en "Abril de 2019", que es cuando se entera de lo del cuñado: el programa "The Voice of Holland" llevaba en emisión desde 2010 y, supongo que un tiempo más tarde, empezarían con el formato para niños, "The Voice Kids".

Para el, repito, hasta esa fecha, no tiene constancia de que nada malo haya sucedido nunca en esos programas: cuando una de las directoras creativas del programa le informa de que su cuñado (Jeroen Rijnberger) ha estado acosando a una de las participantes a través de mensajes de móvil, momento en el que llevan a sus oficinas a la víctima y a su madre para escuchar la historia.

Su reacción, según cuenta, después del shock, es llamar al cuñado inmediamente para que vaya a su oficina: cuando llega, tienen una conversación de unos 30 minutos donde le dice que una sola cosa de estas una vez más, a una concursante, o a alguna empleada del concurso, y le pondrá en la calle.

Curiosamente, cuando el entrevistador le pregunta que por qué no le echa directamente en ese momento, el otro le viene con la cantinela de que han trabajado durante once años y bla bla bla, que es un hombre muy profesional y que considera que, con una sola (pero tajante) advertencia, es suficiente.

El entrevistador le pregunta que si eso es aplicable a cualquier otro trabajador de su programa (el tipo aquí está genial: no deja que el balón llegue a botar) y su respuesta es que cualquier persona que haya trabajado el mismo número de años en su empresa, sin ningún tipo de queja anterior, recibiría el mismo trato.

Curiosamente, con el rapero Ali B, en cuanto las alegaciones han aparecido, el canal de televisión donde se emitía "The Voice", ha tardado cero coma en cortar toda relación profesional con el.

En uno de los momentos finales de la entrevista, donde se produce una pausa, el tipo mete una baza muy importante: explica que, en el formato del programa para niños, la instrucción dentro de las instalaciones es que un menor nunca estuviera solo con un adulto (esto tiene su miga: en caso de lío gordo, el declarar esto le salvará de muchísimos problemas, porque mientras que ciertas cosas pueden ser muy jodidas con adultos, con niños de por medio se multiplica por millones).

Sobre Marco Borsato, que es amigo suyo desde hace décadas, simplemente no da crédito, no se lo puede creer (cosa que es perfectamente posible, por cierto: es como esos asesinos multiples que viven en el edificio y que, el día que se destapa el asunto, te aparece la vecina en la tele diciendo que era un muchacho educadísimo y maravilloso, que nunca se podría haber imaginado algo así de el).

La entrevista tiene un montón de momentos interesantes: el tipo simplemente se limita a decir que el no sabía nada (salvo, repito una vez más, el incidente con el cuñado), que obviamente, el es, en cierto sentido, responsable de lo que sucede dentro de sus empresas y que, obviamente, el no puede poner detectives privados para controlar lo que se hace fuera de las mismas, pero también que, y aquí es donde el personal se ha puesto de morros, que no se puede hacer nada si nadie dice nada, que las personas que han sufrido todo esto no han podido o sabido decir nada (lo reitera varias veces), cosa que es preocupante y que en su organización existen guías de comportamiento entre trabajadores, donde la base es el "control social" (si hay gente alrededor de este tipo de episodios, se supone que la propia presencia evita este tipo de cosas).

Esta última parte es la que ha puesto de uñas a un montón de personas: "si las mujeres no dicen nada, no podemos hacer nada"... Formalmente, tiene razón (uno no puede arreglar aquello que está roto si no sabe que lo está en primer lugar), pero su propio análisis se cae por su propio argumento de que, habiendo guías de comportamiento y "control social", que nada haya funcionado.

Porque, recordemos: el programa, en la primera parte, recoge testimonios de empleados (o ex-empleados) que, bajo la condición del anonimato, explican que ellos, efectivamente, vieron cosas extrañas, pero que nadie hizo nada.

La reacción de las personas que conozco al respecto es de incredulidad: la incapacidad para adoptar la posición de lo que una víctima ha sufrido y que, básicamente, "tendrían que haber dicho algo" le cuesta que muchas personas le acusen de "cargar la culpa sobre las víctimas".

La realidad de las cosas

Existe una frase que, desde hace un tiempo, viendo los tintes que está tomando el mundo, se repite en mi cabeza una y otra vez: "Lo único que se necesita para que el mal triunfe es que las personas buenas no hagan nada".

Vivimos en un mundo donde tanto en las empresas, así como en gobiernos y cualquier otra institución que se te ocurra, existen procedimientos internos para denunciar cosas que uno crea que no están bien.

La realidad de las cosas es que, cuando esto sucede, las personas que dan el paso sufren todo tipo de penurias por, simplemente, hacer lo correcto: en el mundo actual, "la ley del silencio" es la forma más cómoda de sobrevivir, en un entorno competitivo donde, a ti por abrir la boca y que te cueste disgustos, o para aquellos que dicen que quieren saber si tipo de cosas suceden, a nadie le conviene que le saquen las vergüenzas.

Nunca subestimes la predictabilidad del ser humano: no queremos saber realmente la verdad, sólo queremos saber la verdad que nos hace sentir bien.  

Conclusión

Este tipo de cosas, desafortunadamente, suceden en mayor o menor medida en todos los sectores de la vida: una mujer que trabaja en una oficina tiene un cierto aspecto y eso atrae a según qué tipo de personas a tomar según qué actitudes (cosa que no lo justifica, no quiero ni mucho menos que esto sea así, ojo a esto), pero mientras que la belleza en un trabajo de oficina es algo secundario con respecto a tu función, en el mundo del espectáculo, en cambio suele ser lo contrario: tu presencia física es un activo para la venta de tu imagen y de tu producto, sea tu voz, sea tu capacidad para actuar o lo que sea.

Y cuando en un sector la belleza tiene un valor tan predominante, la probabilidad de que este tipo de cosas sucedan será mucho mayor, en particular cuando hablamos de sectores donde la carrera de una persona suele ser relativamente muy corta y los participantes son personas muy jóvenes, llenas de sueños, que no tendrán las herramientas ni la madurez para saber manejar según qué situaciones (ya se sabe: a partir de una cierta edad, generalmente los actores y actrices dejan de recibir ofertas de trabajo, por poner un ejemplo), de ahí que las medidas para que algo así no pueda suceder deberían ser muchísimo más elevadas.

Por poner un ejemplo: en cualquier empresa seria recibes formaciones y avisos expresos al respecto (cómo detectar que algo así puede suceder, cómo reaccionar y qué hacer).

Y toda esta historia, en particular la entrevista con el jerifalte máximo del programa donde se ha liado todo esto, responde una vez más a la máxima del "sigue al dinero": esa entrevista no es ni para ti ni para mí, sino para todas las productoras y canales de medio planeta que le compran formatos, porque si la cosa se va de madre, esto acaba con el chiringuito y se lía parda (desde esa óptica, todas sus respuestas cuadran dentro de lo que es la auto-protección de su persona, en primer lugar, y la protección de sus intereses empresariales, lo cual es lógico, por otra parte).

La entrevista, según estoy escribiendo esto, daría para otro post (su análisis directo e indirecto: el continente y el contenido).

¿Y qué hacer entonces?

Hablar... En mi trabajo, desde hace muchos años, en un ámbito diferente, instauré la política del "Si ves algo, di algo": mi idea, basada en mi experiencia profesional, es que hay un montón de cosas que suceden de las que las personas que estén al cargo no tienen ni idea porque, simplemente, nadie se lo ha dicho.

Aplicar medidas de este tipo supone pedir y reconocer el valor de esas cosas: a nadie le gusta que le digan que aquello de lo que uno se encarga no funciona todo lo bien que podría, o que incluso no funciona, pero sólo cuando uno es consciente de que es así existe la posibilidad de que se arregle.

No sólo eso: además de facilitar que la gente hable, hay que reconocer públicamente su contribución y su mérito, porque así se crea el clima para que las personas den el paso adelante, sabiendo que quieren lo mejor para todos y porque eso creará el efecto dominó, que llevará a otros a hacer lo mismo.

Y toda esta historia, que ahora está en los tribunales y se deberá dirimir allí, nos enseña que las víctimas, de estos episodios o de otros, en la mayoría de las veces, no tienen la capacidad emocional o la madurez para poder hacer algo cuando suceden episodios de este estilo, pero todos los demás que podamos estar alrededor, que ya somos más mayores y, quizás, un poco más maduros y más sabios, si vemos una cosa de estas, tenemos que actuar en la medida en la que podamos.

Esta parte del mundo conoce muy bien qué pasa cuando el silencio se convierte en una acción cómplice para que el mal triunfe: todo lo que sucedió hace muchos años se basó en acción consciente a favor, una mínima parte de resistencia y un enorme océano de personas que callaron ante lo que vieron.

Las víctimas de este tipo de cosas dependen de todos nosotros: en los testimonios del programa, escuchas sus desgarradores vivencias y la sensación de culpabilidad en el momento, durante y después, donde te explican el sentimiento de "a lo mejor yo he dado pie a esto", o "he creado esto porque quizás he dado a entender algo que no es", cosa que nos enseña lo terrible de la situación (personas muy jóvenes que sueñan con una carrera musical y que, ante gente mucho más madura y hábil, no tienen los elementos para poder tomar las riendas de la situación para salir corriendo).

Recuerda: el conejito en medio de la carretera, cuando ve al coche venir, no sale corriendo, sino que se queda paralizado por el miedo (recuerda siempre eso: quizás el señor de Mol debería conocer esta pequeña anécdota para entender lo que ha pasado). 

Y esto que ha sucedido ahora, con independencia de su resultado, nos debe recordar que, si vemos algo, debemos decir algo.

Post Scriptum: según estaba terminando esto, leo ahora que una directora creativa de la revista LINDA (revista holandesa donde la protagonista editorial es Linda de Mol, de ahí el nombre) sabía de alguna de estas alegaciones y que informó en su día a la propia de Mol, con la condición de confidencialidad (el artículo en el que estaba trabajando esa revista, en 2020, finalmente no publicaría ninguno de los testimonios de las dos mujeres que, entonces decidieron hablar al respecto, según la propia directora, porque sus testimonios no tenían todo el peso que requieren acusaciones de este tipo).

Según parece, esa misma directora creativa, según cuenta el artículo, sería la persona que puso en contacto a las víctimas con el programa de investigación BOOS una vez que las víctimas dieron su consentimiento para hacerlo.

Un abrazo y seguiremos informando.


Paquito

Emilio: sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es

Twitter: @paquito4ever


Comentarios

  1. Hoy es 2 de febrero, un buen día para comentar.
    Me sigue sorprendiendo el análisis que eres capaz de hacer de los temas que publicas, por eso me encanta leerte. Es una unidad completa en la que no queda ningún aspecto sin tener en cuenta.
    Como reza el dicho: "El calla otorga", me parece triste pero la mayor parte de la gente no quiere problemas, aunque con ello sean otros los que tengan que cargar con ellos.
    Un abrazo y que todo vaya bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Julián:

      Gracias por la visita y el comentario: lo más divertido es que eres alguien a quien, cada año, espero por estas fechas (raro me parecería si, un día, no sucediera, a pesar de que este año, según parece, a la marmota le dio un patatús).

      El problema, efectivamente, es el silencio cómplice: el "pacto de caballeros" del que hablaron en el programa, donde se dejó hacer y se miró hacia otra parte (algo, por cierto, que en la historia de este país no es nuevo).

      Pero, también es cierto, es que ni ellos son peores que nadie, ni nadie puede proclamar superioridad moral en esta historia: esto, desafortunadamente, sucede en todos los países del mundo, en mayor o menor medida, pero está ahí, porque siempre estuvo ahí (ahora, simplemente, tenemos denuncias públicas de lo que, durante décadas, fue un secreto a voces).

      Gracias por los deseos que, te aseguro, son recíprocos :-))

      Un abrazo y, de nuevo: gracias por la visita y el comentario :-))

      Eliminar
  2. Estoy tan desconectada de la realidad que no tenía ni idea de este tema. Menos mal que tengo tu blog Paquito, para enterarme de lo que se cuece por el país...

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bloguera dicharachera :-))

      Como siempre, todo un honor que te pases por aquí: gracias por la visita y el comentario.

      Pues sí: pensé que esto te habría llegado (si me llega a mí, seguro que te llega a ti, porque esto ha sido muy fuerte).

      La ola sigue subiendo: han despedido a un ejecutivo del Ajax, antiguo jugador de fútbol, por mandarle a empleadas fotos de sus cosas (a tumba abierta iba el tipo: la impunidad que da la fama y el poder es para hacérselo mirar).

      Pero ahora, además de limpiar el correo, tengo que limpiar el RSS, que tengo cosas que leer y responder (ahí entras tu, que tengo tus posts en bodega, como si de un buen vino se tratara :-)).

      De nuevo, una vez más: gracias por la visita y por el comentario :-))

      Eliminar

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