Geert Wilders y su "Liberación"
Buenas,
Anteriormente, a petición de la bloguera dicharachera, toqué el tema de las elecciones americanas y lo que me parecía el asunto de que el señor de morritos y pelo sospechoso se fuera a convertir en el comandante en jefe del ejército más poderoso del planeta.
Mi principal miedo, escribía entonces, es la legitimación que todos los tarados, a este lado del charco, iban a sentir a raíz de la elección del señor que parece haber comido demasiadas zanahorias.
En particular, con respecto al pequeño Mordor sin montañas en el que vivo, escribí que:
"... En el terruño sin montañas y tiempo horrible donde vivo, tenemos a un señor que, en las últimas elecciones, consiguió casi un tercio de los votos y cuyo mensaje es inequívocamente xenófobo, con la esperanza de ganar el suficiente músculo para declarar un referéndum sobre la permanencia o no de los Países Bajos en la Unión Europea."
El señor, que parece un personaje de Bola de Dragón cuando alcanzaban el estatus de super-guerrero, efectivamente, tardó apenas unas horas, justo después de que Trump ganara las elecciones, para publicar un texto, donde habla de "su plan"...
El Plan
"El Plan de Wilders: Tiempo para la Liberación" es un artículo donde el señor se despacha el asunto de la multiculturalidad, los extranjeros, las diferentes culturas y religiones que cohabitamos en este país, bajo el prisma de lo que se supone que es la minoría lechosa oprimida.
El artículo (en inglés) empieza fuerte, hablando de uno de los primeros populistas del tiempo más reciente, Pim Fortuyn, asesinado por precisamente defender sus ideas (lo cual, por mucho que yo pueda discrepar con alguien, no es justificable: ninguna ideología o pedazo de tierra merece la muerte de seres humanos).
El violín empieza a sonar desde el segundo párrafo:
"Pim Fortuyn tenía razón. Nada es imposible para nosotros. Somos holandeses".
Empezamos bien (nota para el lector: en este momento me estoy mordiendo la lengua y me estoy reprimiendo para no empezar con la perorata que podría soltar sobre "aquí mis amigos" y todas las veces que, cuando empezaron con lo del "nosotros no..." acabaron con el "bueno bueno: si tiene que ser, que sea").
Según este señor, esta tierra, que efectivamente, puede presumir de ser uno de los pocos lugares de la tierra donde su población ha creado físicamente un país (ojito a esto: al igual que les puedo dar hasta debajo de la lengua, no me duelen prendas en reconocer sus éxitos y virtudes), para muchos de ellos, ya no es un lugar plácido donde vivir.
El primer error de "aquí, mis amigos": desconocimiento absoluto del mundo (niños malcriados que asumen que todo lo que tienen es por derecho divino "y porque yo lo valgo")... Holanda es un país mucho más que agradable donde vivir, pero, como en cualquier lugar del planeta, existen zonas y lugares donde las cosas no están bien...
Lo único que cambia es que, ahora, somos conscientes de ello: los españoles no eran conscientes de la escoria que inunda nuestras ciudades hasta que la tele se lo enseñó (el efecto "Callejeros": hasta entonces, esos muertos de hambre, que vivían en chabolas, eran poco menos de delincuentes marginales que elegían vivir así, cosas que uno no vivía si no se acercaba a esos lugares).
Dato: la realidad es como tu quieres que sea.
Habla del miedo de sus ciudadanos a salir por las noches... Comprendo su miedo: me sucede cada vez que me ha parado la policía por atreverme a ir caminando por la calle sin un perro (porque eso aquí es sospechoso) en una zona residencial, con una gorra (es lo que tiene ser "aerodinámico"), con o sin una mochila (es lo que tiene llevar el portátil del trabajo contigo) y no "parecer del lugar" (claro: no soy ni rubito ni gasto ojos azules... Soy sospechoso).
Efectivamente, hay zonas de Holanda donde hay problemas... Estoy completamente de acuerdo: existen zonas donde una serie de señores que, por motivos religiosos, crean problemas, se resisten a integrarse en una sociedad acorde a su tiempo, promulgando prácticas y creencias impropias del siglo XXI, coartando la libertad de sus practicantes e intentando imponer sus creencias a aquellos que no las comparten...
Obviamente, como eres un lector versado, sabes que estoy hablando de algunos de los habitantes más conservadores del cinturón bíblico holandés, grupúsculo religioso nativo de Holanda que, entre otras cosas, se niega a vacunar a sus hijos, han conseguido eximirse del seguro médico que, por ley, todos debemos tener y que, cada vez que van a alguna zona, los residentes locales intentan quitárselos de en medio, por los problemas que empiezan a crear, sobre todo en lo relativo a la educación de los hijos y el tema sanitario.
FYI: este grupúsculo, entre otras cosas, forma parte de la primera salida de peregrinos anglosajones hacia tierras americanas (los del MayFlower, para entendernos).
No... Estábamos pensando en "otros grupúsculos"...
Ya lo sé... Hemos estado ahí antes: en su día los llamábamos judíos (no teníamos ningún problema con sus leyes patriarcales y con que no se mezclaran con nadie que no fuera de su clan)...
El último modelo del problema son los musulmanes... Y efectivamente, hay de todo, en especial aquellos que, con la que está cayendo, de pronto sienten confort en ver un mundo sufriendo mientras alguien nombra a su Dios...
Pero esos, afortunadamente, son una minoría, como lo son siempre todos los locos que defienden locuras (recordemos: los señores que van dando lecciones de democracia y libertad por el mundo acaban de elegir democráticamente a alguien que representa todo lo contrario).
Tengo la suerte de trabajar y vivir rodeado de gente de múltiples credos: cada cual tiene su historia, pero suelen ser, como en cualquier conjunto de personas de cualquier lugar del mundo, gente buena y trabajadora...
Los problemas de pobreza suelen afectar a aquellos más vulnerables a situaciones que otros no viven (los inmigrantes no tienen, en general familiares en los países hacia donde emigran: en caso de problemas, están solos, por poner un ejemplo).
Si a eso le unes una capa religiosa, que te promete una recompensa por "hacer x", la pobreza, la desesperación o, simplemente, el no tener nada que perder, crean el caldo de cultivo perfecto.
El odio, la ira y la venganza, como método de cohesión entre aquellos que (muy holandés) quieren todos los beneficios de una situación, pero ninguno de sus incovenientes.
Ejemplo ejemplar: aquí, "mis amigos", se pasan el día quejándose de los trabajadores polacos, de los problemas que crean y bla bla bla, pero acto seguido, cuando tienen que reformar sus casas, contratan a esos mismos trabajadores polacos, porque son la mitad de caros que el trabajador holandés...
Muy coherente todo.
El amigo sigue con lo siguiente (es para enmarcarlo):
"Un político como yo, que dice la verdad sobre un enorme problema que muchos holandeses tienen que lidiar diariamente (sí, hablo del terror del Islám y del problema de los marroquíes) es llevado ante los tribunales, mientras los imanes pueden adoctrinar todo el odio que quieren y las élites políticas se mantienen calladas. Se llaman a así mismos líderes, pero no dirigen: te mal dirigen."
Acojonante... Problemas hay, por supuesto, como hay miedo ante lo extraño (nosotros, los españoles, hemos sabido lo que es terrorismo durante cuarenta años, mientras éstos, "aquí mis amigos", junto con los belgas y la mitad de Europa, daban cobijo y protección a los señores del tiro en la nuca: vete a la casa okupada de Franrijk en Amsterdam y, cuando veas los posters de Gora ETA y demás, hablamos)...
Nadie niega que hay problemas de integración, como nadie niega que haya zumbados reclamando el "Califato Lekker-Lekker"... Ante ellos, todo el peso de la ley y colleja de regalo...
Pero de ahí, a extender a todo Cristo según qué problemas o males...
Porque recuerda, ya te lo dije en el otro post:
"... en esta parte del mundo, tarde o temprano, yo soy o seré el problema para ellos: no en primera instancia, ya se sabe que la cosa siempre empieza por lo más visible o irritante y luego empieza a escalar: primero irán a por "los morenos", pero luego iremos los demás detrás, eso no lo dudes jamás."
Yo soy muy tolerante, siempre y cuando pienses como yo.
Esto tampoco es nuevo: cada sociedad juega siempre a esto, por cuanto la afinidad cultural y el propio carácter social del ser humano nos fuerza a unirnos a personas similares a nosotros (en todos los aspectos).
Este comportamiento no es nada de lo que avergonzarse: es un instinto de supervivencia (gracias a él hemos llegado hasta aquí)...
El problema es cuando los instintos primarios empiezan a tomar prevalencia sobre nuestra propia razón (los instintos nos han traído hasta cierto punto al presente: es nuestra capacidad racional lo que nos ha hecho lo que somos): a partir de ahí es cuando dejamos de pensar y empezamos a sentir...
Sí, lo sé: no soy nada romántico (no serás la primera persona que me lo dice) pero los sentimientos, por definición, son la rotura de la razón, cosa peligrosa en cuanto se juntan más de 10 personas en un lugar (en el caso de los españoles, además, alguien saca unos bongos, pero esto ya es otra historia).
El problema de los demagogos es jugar con la percepción, no con la realidad... "El personal se siente inseguro" se soluciona con análisis estadísticos de criminalidad (llevamos años y años en bajadas de delitos y demás: precisamente, cuanto más seguros vivimos, más miedo tenemos, porque bajamos la guardia y, cuando algo sucede, nos impacta muchísimo más).
Este es el caldo de cultivo del odio: los hechos no importan, lo que importa es lo que sientes o lo que te puedo hacer sentir a través de la manipulación (ponte a ver Fox News todos los días, durante una temporada, y acabarás viendo el Apocalipsis de Juan: lo mismo sucede cuando escuchas a según qué locutores españoles, llamando a arrebato desde temprano, inyectando odio, miedo e incertidumbre sobre una población amancebada, poco leída, mal instruida y retrógrada).
Porque no te engañes: somos un país lleno de gente fantástica, pero cuando nos ponemos baturros, como el dicho:
"Padre: cuando la burra no quiere, no quiere".
El Panorama
El panorama no pinta bien: llegan ahora las fiestas de la Navidad y, con ellas, Sinterklaas con el inefable Zwarte Piet y toda la polémica que tiene medio revuelta a algunas comunidades de Holanda (parecido en modo y forma a la polémica de los toros en España: algunos ven tradición y cultura, mientras otros ven retrogradismo y cosas de otras épocas).
Zwarte Piet es utilizado como arma arrojadiza para, sobre todo la parte más conservadora, obtener y reafirmar sus miedos de alienación ante aquellos que son diferentes y, según sus neuras, pretenden acabar con el modo de vida y las tradiciones holandesas.
Y, enfrente de nosotros, unas elecciones por delante, con el señor rubito llamando a arrebato, una población confudida que busca culpables ante lo que ellos creen que es un cambio irreparable en sus condiciones de vida, convicciones de qué es lo correcto y lo que no, además del miedo a aquello y aquellos que son diferentes.
Se avecinan tiempos confusos, me temo.
Un último tic
Si te has leído el artículo del señor rubito al que todos los que no somos como el le inspiramos miedo y desconfianza, te percatarás de que, en un momento determinado, pide establecer "democracia directa":
El problema es (y recuerda: todos los regímenes autoritarios empiezan siempre con esta promesa) que este mecanismo no es nuevo y, sobre todo, se quiere utilizar para darle al personal la capacidad para derrocar al sistema actual y, una vez derrocado, tranquilo, que no volverá a ver referéndums que no sean del gusto de los señores que nos gobiernen (y esto no es nuevo: pregunten Vds. en según qué países de América Latina, donde esto se llevó a cabo).
Suiza, que utiliza esta tradición de democracia directa, tuvo en su día que empezar a poner limitaciones en este tipo de referéndums, porque cuando el personal se abotarda, empieza a pedir cosas que atentan contra los derechos humanos.
Pongamos un ejemplo: mañana hay en un país un atentado terrorista y, al mes siguiente, se plantea un referéndum para espiar a todos los ciudadanos y así encontrar a los culpables, los cuales, una vez los pillen, serán ajusticiados en una plaza pública y el personal podrá tirarles tomates para, si son encontrados culpables, de paso, aprobar también la pena de muerte...
¿Adivinas cual sería el resultado?
Exacto.
Todos los movimientos populistas de corte autoritario utilizan las mismas armas: sólo cambian las palabras que utilizan para obtener sus objetivos, que no es otra cosa que el derrocamiento del sistema (con o sin razón) para hacer un muy conocido por nosotros (en esto, podemos dar lecciones en todo el mundo: somos líderes pu(n)teros) "quítate tu para ponerme yo"...
Tiempos interesantes, niños y niñas... Tiempos interesantes.
Seguiremos informando.
Si te has leído el artículo del señor rubito al que todos los que no somos como el le inspiramos miedo y desconfianza, te percatarás de que, en un momento determinado, pide establecer "democracia directa":
"También quiero introducir la democracia directa con referéndums vinculates. Nuestro sistema político sigue siendo el del siglo XX, manejado por las mismas arrogantes élites políticas con sus falsas promesas y disculpas hipócritas. Si el desastre creado por Mark Rutte (nota: actual Primer ministro) nos han enseñado algo, es esto: el pueblo debería ser capaz de tirar del freno de emergencia con las élites políticas violan su voluntad. Y no sólo cada cuatro años"Mola ¿Verdad? Así, a bote pronto, uno diría: "Te lo compro: ponme cuarto y mitad"...
El problema es (y recuerda: todos los regímenes autoritarios empiezan siempre con esta promesa) que este mecanismo no es nuevo y, sobre todo, se quiere utilizar para darle al personal la capacidad para derrocar al sistema actual y, una vez derrocado, tranquilo, que no volverá a ver referéndums que no sean del gusto de los señores que nos gobiernen (y esto no es nuevo: pregunten Vds. en según qué países de América Latina, donde esto se llevó a cabo).
Suiza, que utiliza esta tradición de democracia directa, tuvo en su día que empezar a poner limitaciones en este tipo de referéndums, porque cuando el personal se abotarda, empieza a pedir cosas que atentan contra los derechos humanos.
Pongamos un ejemplo: mañana hay en un país un atentado terrorista y, al mes siguiente, se plantea un referéndum para espiar a todos los ciudadanos y así encontrar a los culpables, los cuales, una vez los pillen, serán ajusticiados en una plaza pública y el personal podrá tirarles tomates para, si son encontrados culpables, de paso, aprobar también la pena de muerte...
¿Adivinas cual sería el resultado?
Exacto.
Todos los movimientos populistas de corte autoritario utilizan las mismas armas: sólo cambian las palabras que utilizan para obtener sus objetivos, que no es otra cosa que el derrocamiento del sistema (con o sin razón) para hacer un muy conocido por nosotros (en esto, podemos dar lecciones en todo el mundo: somos líderes pu(n)teros) "quítate tu para ponerme yo"...
Tiempos interesantes, niños y niñas... Tiempos interesantes.
Seguiremos informando.
Paquito
sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es
Pues bueno... menos mal que me has cogido desayunado.
ResponderEliminarTe he descubierto hace nada gracias a Pelocha, con la que mi señora y yo compartimos un café (descafeinado que era tarde) hace unas semanas. Una de las cosas que le decía es que me tengo que poner al día en política holandesa y su respuesta fue que echase un ojo a tu blog. Como si lo hubieseis planeado.
Según voy leyendo voy percibiendo algo de tu blog que me encanta: Muchos hechos, mucho contrastar la información, pero tampoco te cortas un pelo en dejar caer opiniones, te mojas y eso da confianza, porque se percibe que pones un poco de ti en los artículos.
Dicho esto, a ver si llegamos a divergir en opiniones en algo, porque tiene que ser divertido e instructivo llevar la contraria a alguien con tu musculatura oratoria. De momento parece que llevamos un corte similar en opiniones.
Gracias por compartir.
Hola,
EliminarGracias por tu visita y por tu comentario: todo un placer.
Hombre: viniendo recomendado por la bloguera dicharachera, eso ya da puntos, así que empiezas con buen pie.
Que la bloguera me recomiende como observatorio de la realidad holandesa es un halago demasiado tentador como para poder caer en el: tengo días en los que me comería a estos lechosos a besos, como hay días en los que les aplicaría torturas medievales (para por oleadas el asunto).
Yo te diría que fue demasiado generosa: ella cuenta cosas mucho más interesantes de la realidad de este lugar.
Me alegra que tengas una opinión positiva del blog: muchas gracias (ya vendrán palos, tranquilo: al final dejo mucho que desear y, en el fondo, soy un pedante de tres pares de cojones que utiliza un blog porque pagarse un psiquiatra, en el este país, cuesta un huevo).
Y sí: lo de rajar se me da bien (ya digo que el blog es una terapia fantástica, que si no acumulo chorradas que decir y, cuando el personal queda conmigo para un café, les avasallo :-)).
Tranquilo: ya habrá tiempo para discrepar.
Un abrazo y mil gracias por pasarte por aquí.
Paquito.
Habría también que poner otro punto de vista respecto a los tiempos en que vivimos, ¿qué han hecho Obama, Merkel, Rutte, la UE, los sucesivos gobiernos franceses o belgas, etc.., para que gane Trump, suba AdF, suba Wilders, se dé el Brexit o se formen las banlieue o los Molenbeek?
ResponderEliminarO, en España, ¿por qué la gente prefiere a los asesores de Chávez a los "socialistas" o IU de siempre?
Los políticos están ignorando a mucha gente, y se han descuidado tanto que esa gente ha pasado a ser mucha, la mayoría suficiente en sitios como USA, o veremos en Austria o incluso Francia.. y eso sí puede ser un problema.
Si en vez de parar a reflexionar lo que se hace es reincidir en las mismas políticas es muy probable que ese malestar siga y nos sorprendamos con una Le Pen en Francia o con un Wilders con un 30% del voto y capaz de bloquear la política holandesa.
De momento ya nos llevamos un Trump y un Brexit... a ver si para ahí, pero no veo mucho cambio en los demás por ahora...
Saludos
Buenas,
EliminarGracias por tu visita y por tu comentario: tienes razón en que, efectivamente, las cosas en los últimos años no han sido todo lo buenas que podrían haber sido.
La reacción natural de la población ante fenómenos de globalización es tirar hacia el terruño: acusar a Obama del fenómeno de Trump o a la Merkel de Alternativa por Alemania es demagógico, pero tiene un punto de razón, en el sentido de son, efectivamente, parte (pequeña, pero como la punta del iceberg, visible) del problema.
El caso de Le Pen, Wilders y compañía tiene décadas de antigüedad, lo cual demuestra mi postulado: siempre es más fácil defender ideologías destructivas, de fácil asimilación, que hacen responsables a terceros de los problemas que uno tiene, porque es más sencillo y porque uno, como le dice su madre, es el niño más guapo y bueno del mundo, así que no puede ser tu culpa que las cosas no vayan bien.
A esto, además, se le unen los años de la nostalgia, donde se recuerda prosperidad, estabilidad y bla bla bla... Olvida el personal que esos años, precisamente, son los años de la post-guerra, donde había países que reconstruir y donde la mano de obra era escasa (es lo que tiene matar a la población: luego se les echa de menos).
Si a todo esto, se le añade ignorancia (repito: pueblos ignorantes y fácilmente manipulables), puedes hacer que los alemanes crean que un austriaco, bajito, con ojos y pelo marrón, lidere a una nación bajo los paradigmas de una raza de señores altos, rubitos y con ojos azules...
Gracias de nuevo por la visita y por el comentario :-))
Paquito.
"es lo que tiene matar a la población: luego se les echa de menos"
EliminarMadre mía, me he despollado a carcajada viva.
Bueno: mejor reír que llorar, pero espero que, al menos, el mensaje quedará claro :-))
EliminarSoy de México del estado de Puebla, y realmente hay razón en tu opinión!
ResponderEliminarHola gabygararv,
EliminarGracias por la visita y por el comentario: un placer leerte por aquí también :)
Me alegra que pienses así, pero sigo insistiendo: probablemente hay cosas en las que, como los de las encuestas en USA, parezca que sí y luego sea que no, así que mantengamos la prudencia.
De nuevo, mil gracias por la visita y el comentario.
Paquito.