Un cementerio del oeste en Burgos - La historia del Sad Hill Cemetery

Buenas:

Si eres un amante del cine, probablemente conocerás una legendaria película llamada "El bueno, el feo y el malo", dirigida por el cineasta italiano Sergio Leone y musicada por el legendario compositor Ennio Morricone.

Poster Original de la Película en Italiano: Fuente - Wikipedia



Recientemente, Netflix decidió ponerme como sugerencia un extraño documental llamada "Sad Hill Unearthed" ("Desenterrando Sad Hill", el título original en castellano) que, viendo un pequeño trailer, llamó poderosamente mi atención.



¿De qué va la historia?

En el año 1966, en pleno apogeo del Spaghetti Western (la interpretación italiana de lo que eran las películas del oeste), se rueda en España una serie de secuencias de lo que, en su momento, alguno de sus protagonistas pensaron que serían "una película que pasaría sin pena ni gloria" y que, por lo menos, les permitiría ganar un poco de dinero y ver un poco de mundo.

En Burgos, en el noroeste de España, en un lugar que, literalmente, parece sacado de algún paisaje que asociaríamos a algún lugar de la América que hemos visto en las películas de indios y vaqueros, se desarrollaría una de las escenas más emblemáticas de la historia final, el duelo entre los tres protagonistas en la plazoleta de un enorme cementerio hecho en círculos concéntricos.

La escena, es esta:



La historia detrás del rodaje de esa película daría para 10 documentales, pero éste en particular, además de dar detalles detrás de los protagonistas en cada una de las facetas de la producción de la misma, se focaliza en lo que es la pasión de unos locos geniales que, un día, decidieron recuperar lo que, se suponía, era el espacio original donde esa icónica escena de la que te hablé antes se había rodado.

Y ahí, es donde la magia aparece...

En primer lugar, el descubrimiento de que, en lugar de haber eliminado cualquier rastro del lugar, el ejército español en su día decidió simplemente quitar las cruces y cubrir todo el entorno con arena. Ese hecho, afortunadamente, permitiría que, en los 40 años siguientes, la maleza que empezó a crecer reprodujera, en la forma salvaje, la configuración original del famoso cementerio.

Así que, el día que se pusieron a escavar, inmediatamente, a apenas 30 centímetros de la superficie, la famosa estructura se reveló presente, momento en el que nuestros intrépidos héroes confirmaron sus sospechas para, a continuación, iniciar un plan de acción que les llevaría, en un año, a recuperar todo el entorno, casi igual que cómo se dejó cuando la película se rodó.

Un plan de acción "sin fisuras"

Pensando que, entre ellos, y poco a poco, podrían limpiar todo aquello en "unos cuantos fines de semana", pronto se dieron cuenta de que la cosa iba a ser un poco más complicada, así que empezaron a utilizar las redes sociales e Internet para, si alguien era fan de la película y quería ayudar, acercarse al lugar y contribuir con su trabajo a la limpieza y recuperación del entorno.

Creando la "Asociación Cultural Sad Hill", nuestros intrépidos héroes se dispusieron a pedir ayuda al mundo.

Para su sorpresa, poco a poco, gente empezó a acercarse y, de forma voluntaria, ayudarles a excavar, limpiar o hacer lo que fuera que se tuviera que hacer para contribuir al objetivo final, pero la cosa empieza a tomar tintes de película cuando empieza a llegar gente de fuera de España, intrigados por la iniciativa o, simplemente, por su amor a la película, que deciden que poco importa la distancia o el idioma, si pueden echar una mano.

Porque hay días que Internet merece ser quemada y hay días que merece 3 monumentos seguidos...

Y ésta historia es uno de esos ejemplos donde Internet y las redes sociales brillan en todo su esplendor: un grupo de personas, de diferentes lugares del mundo, unidos en un objetivo común para recuperar una estructura creada para la filmación de una serie de escenas en una película que tiene 50 años.

50 años después...

Mientras continúan su labor, deciden poner un objetivo: llegar a completar la tarea en el 50 aniversario del lanzamiento de la película a los cines, en 2016... En paralelo, el documental que atestigua toda esta historia sigue su curso, grabando su progreso y, a su vez, describiendo la historia de la película, con participantes en la misma (actores, productores, guionistas, director musical...) y, finalmente, en el día conmemorando el 50 aniversario, el lugar se abre el público con una serie de celebraciones que terminan con la emisión de la película.

Esta parte no te la voy a rebelar, pero te diré que hasta los propios protagonistas de la historia no se esperaban lo que sucedió a continuación.

Un ejemplo de generosidad poco común

En cualquier lugar del mundo, alguien se pone a hacer algo así y, lo siguiente, una vez terminado, es ponerle precio al asunto.

Vivo en un país, Holanda, donde esto es así: no lo critico, pero es un hecho... Cualquier cosa que medianamente pueda tener un interés por aquí sufre, automáticamente el síndrome de "A esto podemos sacar pasta", lo cual tiene el efecto de que, más tarde, ese dinero ayuda a mantener el lugar o, incluso, mejorarlo, aunque tiene cosas peculiares como una biblioteca con 3 restaurantes, lo cual es, repito, peculiar y no necesariamente algo malo.

En el caso de nuestros protagonistas, su humildad lo dice todo: "este es un lugar abierto para todo el mundo: lo único que queremos es que no se masifique y se pueda dañar".

Así que, si tienes Netflix, te recomiendo que le eches un vistazo al documental y, si algún día viajas a España y tienes tiempo o curiosidad para visitar el lugar, échale un vistazo, haz un montón de fotos, intenta no deteriorar nada y, simplemente, disfruta de un regalo ofrecido por un grupo de personas que, un día, decidieron hacer un lugar ficticio parte de una realidad tangible.




Seguiremos informando...


Paquito

Emilio: sugerenciasapaquito (arroba) yahoo (punto) es

Twitter: @paquito4ever

Comentarios

  1. Gracias por la recomendación, curiosa la historia. Noble causa.
    Puede ser un arma de doble filo para el pueblecillo, como empiecen a aparcar buses de japoneses van a ver lo que es bueno.
    En la asociación dicen que los donativos a partir de ahora son para mantenimiento y actividades culturales porque ya alcanzaron su objetivo que era devolver aquello a su estado original. Tienen camisetas molonas como merchandising y todo.

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    1. Buenas:

      Gracias por la visita y el comentario: todo un placer (perdón por el retraso en la respuesta, por cierto).

      Efectivamente, el gran miedo de la gente que lo ha puesto en marcha es que aquello se convierta en un zoo: el amor por un proyecto personal, cuando se finaliza y se observa, es precisamente la preservación del mismo.

      Y si empieza a aparecer gente a cascoporro, me temo que la única opción será poner barreras y un precio para el acceso (yo no me opondría: si eso contribuye a su preservación y mejora, bienvenido sea).

      He visto su merchandising y me dan unas ganas tremendas de hacer un vaciado de VISA :-))

      Un abrazo y, de nuevo, mil gracias por la visita y el comentario.

      Paquito.

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  2. Hace cinco años que tengo una tumba con mi nombre, ahora solo falta ir a verla.
    Y espero que tarde mucho en necesitarla, mientras seguiré leyendo tus historias.

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    Respuestas
    1. Hola Julián :-))

      Mil millones de gracias por la visita y el comentario: lamento la tardanza (ha sido una temporadita larga y complicada de trabajo).

      Lo de la tumba con tu nombre, que lo sepas, me da una envidia tremenda (ni sana ni leches: mala con avaricia :-)).

      Ojalá yo también pueda pasarme por allí algún día: será mágico.

      Un abrazo enorme y, de nuevo: mil gracias por la visita y el comentario.

      Paquito.

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